BIENESTAR. Respiración consciente
Respirar de forma consciente tiene un efecto relajante. Te ayuda a serenarte en momentos de estrés o de tensión y, en general, a sentirte más relajado durante el día. Te proponemos estos ejercicios del yoga pranayama.
Se dice que la manera como respiramos refleja cómo vivimos. Este simple acto rítmico compuesto de dos fases (ingreso y egreso de aire al organismo) es el soporte de la actividad física y mental.
Aunque el ser humano nace preparado para respirar perfectamente, a veces esta función se va alterando por la aparición de bloqueos funcionales, y tensiones emocionales y mentales.
Una fuente de bienestar
La respiración consiste en una técnica de conexión cuerpo-mente, la cual puede resultar muy poderosa a la hora de ayudar a nuestro organismo. Esto se debe a que la actividad cerebral y el ritmo respiratorio funcionan íntimamente unidos. Por ejemplo, cuando la actividad mental se altera por los niveles de estrés, ansiedad, angustia, insomnio, asma, etc., produce cambios en el patrón respiratorio. A su vez, la modificación de este último repercute directamente en el estado psico-emocional, generando importantes cambios.
El poder del yoga
Nadie nos ayuda a corregir ni a mejorar la respiración: ni los padres, ni los educadores, ni los médicos. La práctica del yoga soluciona el problema, rehabilitando la respiración incorrecta o deficiente, y enseñando a sacar un provecho óptimo de esta función vital y esencial, a través de las técnicas de pranayama. Estas técnicas consisten en procedimientos respiratorios cuyo fin es potenciar la capacidad respiratoria, incrementar el nivel de energía vital y establecer un equilibrio energético que proporcione un estado mental claro, sereno y ecuánime. Es un método de respiración consciente que debe ser realizado de manera progresiva y precisa.
Pranayama
El primer efecto físico de la técnica es mejorar el proceso respiratorio, tener mejor capacidad de oxígeno y más bienestar. Otro beneficio es el psicológico emocional. La respiración consciente ayuda a sentirse más calmo. Al ir contando los tiempos el practicante se siente en control de la situación. Ese control de la respiración se llama pranayama. Significa el manejo de la energía vital, que es a través del oxígeno. A continuación, te enseñamos tres ejercicios del yoga pranayama.
Respiración energizante
1. Sentados en el piso (de ser necesario contra la pared, utilizando un almohadón o sobre una manta) cruzamos
Una correcta respiración ayuda a controlar problemas como la ansiedad y el estrés.
las piernas, como en la postura de meditación. Estiramos los brazos y dejamos las muñecas apoyadas sobre las rodillas, con las palmas de las manos abiertas y hacia arriba.
2. Mantenemos unas respiraciones libres. Debemos recordar que estas se realizan siempre por la nariz.
3. Llenamos los pulmones primero en la zona baja (abdominal), luego en la zona media (costillas) y por último en la zona alta (clavículas).
4. Contamos hasta cuatro al inspirar y hasta tres al espirar. La espiración es activa, más corta y potente que la inspiración. La inspiración es pasiva y más lenta que la espiración.
5. De forma natural y gradual, alargamos el tiempo (ritmo) de la inspiración y espiración.
Respiración relajante
1. La posición inicial es igual a la adoptada en el ejercicio anterior y también mantenemos al inicio respiraciones libres, por la nariz.
2. Podemos adoptar una postura opcional: acostarnos sobre una alfombra, o bien en la cama, para luego comenzar los ejercicios de respiración. Esta posición permite lograr un máximo estado de relajación, el cual facilita el proceso respiratorio.
3. Llenamos los pulmones empezando por la zona baja (abdominal) y pasando por la zona media (costillas), para finalizar en la zona alta (clavículas).
4. En este caso, invertimos el tiempo de duración de las etapas de la respiración, utilizado en el ejercicio previo: contamos hasta tres en la inspiración y hasta cuatro en la espiración. La espiración es pasiva, más lenta y larga que la inspiración. La inspiración es activa.
5. Como en el ejercicio anterior, extendemos el ritmo de la inspiración y la espiración, de forma natural y paulatina.
Al concentrar la atención en la respiración, estamos realizando a la vez una práctica meditativa, con todos sus beneficios para el cuerpo y la mente.