Indonesia Para principiantes
Un primer viaje para acercarse a este maravilloso país del Sudeste Asiático, compuesto por miles de islas y conocido por sus playas, volcanes, dragones de Komodo y selvas con tigres y elegantes.
Todavía no está claro cuándo se podrá volver a viajar. Pero el anhelo de aventura en latitudes lejanas no deja de crecer en muchas personas. Un destino muy solicitado en este sentido es Indonesia. Quien no haya visitado nunca el país, debería tomarse tiempo para planificarlo. Pasar un mes en Indonesia puede parecer mucho, pero no sobrará nada si se programa un viaje sin prisas para ver bahías paradisíacas, volcanes espectaculares y templos antiguos.
A tener en cuenta
Este país del área geopolítica llamada Sudeste Asiático está compuesto por más de 17.500 islas. En cuatro semanas solo se puede ver una parte muy pequeña de ellas y hay que limitarse a unas pocas regiones si no se quiere estar todo el tiempo en un autobús, un tren o un avión. Para los principiantes, se recomienda el clásico y variado viaje de ida y vuelta desde Yakarta, pasando por Java, viajar hasta Bali y de ahí a Lombok, o en su lugar al Parque Nacional de Komodo. Según la opinión unánime de los conocedores de Indonesia, el viaje en tren sigue siendo la forma más hermosa de descubrir Java. Sería conveniente dedicar varios días para recorrer de oeste a este y de forma relajada la isla más densamente poblada de Indonesia. La capital, Yakarta, es una mole gigantesca y la mayoría de viajeros no suelen perder mucho tiempo allí. Consejo: reservar el hotel para la primera noche cerca de una estación de tren de larga distancia (por ejemplo, Gambir). También conviene comprar el billete de tren por Internet con un poco de antelación e imprimirlo en la estación.
Comienza la aventura
La ruta se inicia avanzando hacia el este y el primer destino seguro es Yogyakarta, Yogya para abreviar. Esta ciudad es el centro cultural de Java y tiene varios
lugares de importancia histórica, como el Palacio del Sultán.
En las afueras de Yogyakarta, espera al visitante un auténtico espectáculo: el complejo de templos de Borobudur, el mayor edificio budista del mundo. Y, sin duda, el momento más espectacular para vivir este lugar es al amanecer.
Las visitas turísticas en Java están bien organizadas. Una obligada es el Parque Nacional Bromo-tengger-semeru, con su enorme caldera volcánica y varios cráteres. Para ello, hay que tomar el tren de Yogyakarta a Probolingoo.
Desde allí se emprende con cautela un paseo nocturno con una linterna fronlos tal bajo un cielo estrellado y centelleante hasta King Kong Hill, probablemente el mejor mirador para observar el paisaje. La vista de Gunung Bromo y Semeru durante el amanecer es perfecta.
Aún más espectacular es la excursión nocturna al volcán Ijen, en el este de Java, que lleva al visitante hasta el fondo de un cráter.
Allí, los gases de azufre en ignición salen disparados de la roca volcánica en llamas azules de a veces un metro de altura. Como los gases son tan penetrantes, los turistas cubren el rostro con máscaras protectoras.
El recorrido en tren finaliza en la ciudad costera de Banyuwangi con la excursión al volcán Ijen, que derrocha energía. Tras el esfuerzo realizado durante esta primera etapa del viaje, el viajero llega a Bali.
Un lugar de ensueño
En Bali, uno puede pasar lo mismo una semana que un mes. La amabilidad de balineses, el encanto lúdico de la isla y las excelentes infraestructuras hacen que sea fácil quedarse más tiempo del previsto. Entre los lugares más frecuentados por los turistas en Bali se encuentran los templos Gunung Kawi y Pura Tirta Empul. También se pueden contemplar las terrazas de arroz de Jatiluwih y el bosque de monos de Sangbeh.
En Ubud, vale la pena acudir a alguno de los espectáculos de danza balinesa. Los amantes del buceo encontrarán hermosos lugares en el norte de la isla. Desde la isla de Flores parten las excursiones en barco hacia el Parque Nacional de Komodo, con sus famosos y temibles dragones de Komodo lagartos gigantes de aspecto primitivo, a los que es mejor no acercarse demasiado. Los animales viven en las islas de Rinca y Komodo.
Después de un mes saltando de isla en isla, el viajero vuelve a casa sabiendo que se ha vivido una cantidad enorme de experiencias, pero con la sensación de que ha quedado mucho pendiente por conocer. Indonesia merece sin duda alguna un segundo viaje. Como mínimo.