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SALUD. Menopausia y dieta

A partir de los 50 años, el cuerpo empieza a cambiar. Cuesta bajar de peso y el colesterol alto o la hipertensi­ón comienzan a amenazar. Para que no te tome despreveni­da esta etapa, ajustá tu alimentaci­ón para estar sana y en forma.

- Cocina casera

Alos 50 años, aproximada­mente, suele comenzar una etapa natural del ciclo vital femenino: la menopausia. Esta representa, junto con la primera menstruaci­ón y la maternidad, los tres acontecimi­entos biológicos más destacable­s que experiment­a la mujer a lo largo de su vida. La menstruaci­ón desaparece por la disminució­n de hormonas (los estrógenos y la progestero­na). Esto produce la pérdida de la protección del corazón y los huesos, lo que nos puede poner en riesgo de padecer problemas cardiovasc­ulares, osteopenia y osteoporos­is, dolencias frecuentes en esta etapa de la vida de las mujeres. Pero todos estos riesgos para la salud podemos prevenirlo­s si decidimos tener una buena calidad de vida a través de hábitos saludables como una alimentaci­ón equilibrad­a y la actividad física adecuada.

Cómo alimentars­e

La alimentaci­ón es uno de los pilares más importante­s para tener en cuenta. Debe ser completa, variada y las calorías se deben adaptar a cada mujer en particular.

En este período existe una mayor tendencia a engordar debido a que a partir de los cuarenta años las necesidade­s y

Evitar el delivery y preparar nuestros alimentos hace que comamos con menos sal y grasas. Renová tu dieta con platos ricos y saludables.

azul, porque contiene un ácido graso llamado omega 3, que ayuda a disminuir el colesterol malo de la sangre. Los pescados azules son el salmón, la sardina y el atún, entre otros.

El aceite de oliva virgen y aceites vegetales consumirlo­s preferente­mente crudos. La cantidad de aceite indicada es de 2 cucharadas soperas por día.

Es importante incluir en la alimentaci­ón frutos secos: contienen ácidos grasos buenos, que ayudan a reducir el colesterol malo de la sangre y a mantener saludables las arterias.

Consumir verduras y frutas de todos los colores. La variedad de los tonos manifiesta distintos nutrientes, buenos para la salud.

Prevención de la osteoporos­is

Para evitar esta enfermedad se recomienda asegurar un aporte extra de calcio. A diario se deben tomar tres porciones de lácteos descremado­s. Por ejemplo: 1 vaso de leche

1 yogur

1 pedazo de queso.

La vitamina D, que se sintetiza mediante la exposición solar y se encuentra en el pescado azul, los huevos y los lácteos enteros, se considera imprescind­ible para fijar el calcio.

Para reforzar los huesos también hay que evitar los alimentos demasiado proteicos y el exceso de fósforo, ya que tienen un efecto desmineral­izante.

Por ejemplo, hay que evitar abusar en el consumo de alimentos ricos en proteínas como carnes, huevos, lácteos enteros y bebidas gaseosas, que contienen mucho fósforo.

El consumo en exceso de alcohol y bebidas estimulant­es como cafeína, y el hábito de fumar también son factores que favorecen la descalcifi­cación ósea.

La soja, estrógeno natural

Estudios realizados en poblacione­s asiáticas evidencian que las dietas que incluyen diariament­e alimentos como es el caso de soja y sus derivados pueden desempeñar un papel beneficios­o en las mujeres que se encuentran en esta etapa. La soja actúa como un estrógeno natural. Contribuye a disminuir la incidencia de calores, dolores articulare­s y musculares y aumento de peso, típicos de la menopausia.

También hay suplemento­s con isoflavona­s de soja para aliviar los sofocos. Consultá a tu ginecólogo/a. Para disminuir los calores, también se puede tomar un té de salvia varias veces al día.

Para realizar una alimentaci­ón variada y no engordar debemos consumir la cantidad correcta de cada alimento. Tomá nota.

Carnes rojas: 2 veces por semana, por ejemplo, un bife mediano por día.

Pollo: 2 veces por semana, una pata con muslo o una pechuga, por día.

Pescado: 3 a 4 veces por semana, 2 filetes de pescado o una lata de atún al natural.

Huevos: 3 unidades por semana. Verduras. 2 platos hondos por día de verduras variadas y de todos los colores. Frutas por día: 2 unidades.

Papa, batata, choclo o palta: una unidad mediana día por medio.

Yogur: 1 o 2 potecitos por día. Leche descremada: una taza tipo café con leche por día.

Pastas: un plato hondo por semana de pastas a elección con salsa de tomate natural o verduras.

Tostadas: 2 rebanadas de pan integral o salvado por día.

Lentejas o porotos de soja o garbanzos o porotos o habas o quinoa: son gran fuente de proteínas vegetales, 1 taza peso en cocido (consumirla­s el día en el que no se come papa, batata, choclo o palta).

Arroz: de preferenci­a integral o yamaní, por su contenido en fibra, 2 cucharadas soperas peso en crudo por día. Siempre en reemplazo de pastas, legumbres, y papa, batata, choclo o palta.

Frutos secos consumir por día de 5 a 6 almendras y 2 a 3 nueces.

Mermelada light sabor a elección: 2 cucharadas soperas por día.

Para atravesar mejor esta etapa, lo mejor es ocuparnos de nosotras mismas, seguir una alimentaci­ón saludable, beber dos litros de agua, realizar actividad física, evitar el estrés con técnicas como meditación, yoga o la que nos guste, socializar con la familia y amigos... En definitiva, en esta etapa debemos ocuparnos de nuestra vida y de nuestra salud porque es el bien mas preciado que tenemos. Y bien lo aprendimos en este último año.

Silvia Pardo

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Disminuir el consumo de carnes rojas, aumentar el de pescado, legumbres y vegetales son algunos de los cambios saludables para esta etapa.
ajustes Disminuir el consumo de carnes rojas, aumentar el de pescado, legumbres y vegetales son algunos de los cambios saludables para esta etapa.
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