DECO PRÁCTICA. Redecorar sin gastar
Si ya estás cansada de verla siempre igual, no hace falta que gastes dinero. Pequeños cambios y detalles le darán la renovación que tu hogar -y vos- necesitan.
Por culpa del coronavirus no hay viajes, ni citas para ir al teatro, ni visitas de amigos. Uno está prácticamente solo en casa y no es de extrañar que algunas personas ya estén hartas de ver sus propias cuatro paredes. Pero hay pequeñas cosas que pueden marcar la diferencia y en este sentido hay una palabra que es clave: redecorar.
"Separe un objeto de otro cada dos metros cuadrados. Puede ser un jarrón o un mueble", dice la experta alemana en interiorismo Úrsula Geismann. Y explica que eso da lugar a nuevas perspectivas y posibilidades de decoración. Muchas personas se sienten más libres cuando los ambientes dejan de estar tan llenos de objetos.
Si se quiere redecorar la casa, no necesariamente se tiene que gastar mucho dinero en ello. Los pequeños cambios pueden tener un gran impacto. Cuanto más llamativa sea la nueva decoración, más se notará el cambio. "A veces hay que ser valiente y simplemente comprar algo colorido y alegre", señala Geismann. Consejos:
Una de las opciones es elegir una nueva funda de almohadón en un color brillante o con un diseño llamativo. Después, si uno se harta, se puede volver a cambiar.
Para los que no les gusta lo llamativo, Doris Thomalla, asesora de decoración en Munich, recomienda elegir "velas, almohadones y un cuenco de un solo color, ya que confiere un efecto armonioso". Especialmente si se agrupan los colores varias veces, se crea una línea uniforme en la habitación.
Hasta el sofá puede verse de forma diferente siguiendo unos sencillos pasos. Solo se tiene que colocar una nueva manta de tacto suave o decorarlo con alguna piel, recomienda Thomalla.
"Se puede empezar con lo que ya se tiene y reorganizar los muebles, por
ejemplo", señala Geismann, quien ofrece como idea colocar la alfombra de forma diferente, poner la mesa del comedor a lo largo en lugar de en cruz, o colocarla en una nueva esquina. Si la distribución lo permite, la mesa puede incluso trasladarse a otra habitación. Entonces el salón se convierte en el comedor, señala Geismann, y ya la casa tiene un aspecto completamente diferente.
Las plantas también llaman la atención. Dependiendo de su tamaño, pueden incluso adoptar la función de separador de ambientes, comparable a un biombo o una estantería abierta. Esto permite dividir las habitaciones grandes de forma diferente y separar zonas.
Una vez que los muebles están en su nuevo lugar, también se les puede dar un aspecto diferente. Por ejemplo, los frentes de las cómodas y los armarios se pueden rediseñar con nuevos tiradores para las puertas.
También es posible empapelar o repintar los frentes. Otra opción es dar un nuevo aspecto a las sillas. Finalmente, pintar la casa puede hacer magia. Recordar que los colores claros ensanchan los espacios y los más oscuros los hacen ver más pequeños.