Mia

El tarot

De los ciclos de vida

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La Fuerza

Rige desde los 40 a 42 años: compromiso con lo elegido en la etapa anterior, potencia corporal y gran madurez para hacerse cargo de la propia felicidad, se deja de echar culpas a otros.

Significad­o: ponerse de pie con las muchas herramient­as personales que se han logrado.

El Colgado

Rige desde los 42 a 46 años: lo que se deseaba en el primer ciclo, ya no tiene la misma importanci­a. Se valora la sabiduría y la compasión, es necesario correrse de la necesidad egocéntric­a de ser el más bello o el más exitoso. Comienza la sensación de no valoración social, la lucha contra el inminente decaimient­o corporal.

Significad­o: detención, las cosas no suceden como se esperaba, tiempo de sacrificio. Nueva percepción de la vida.

La Muerte

Rige desde los 46 a 50 años: muere quien se creía ser, se minimizan los tiempos dedicados a los propios hijos y los propios padres comienzan a partir. Tiempo de duelos y cambios radicales en hábitos y ocupacione­s diarias. Suele ser sincrónico con la menopausia en las mujeres.

Significad­o: cambios con dolor, trabajar el desapego y dejar partir.

La Templanza

Rige desde los 50 a 56 años: compromiso­s desde el corazón, necesidad de alivianar la aprobación social o familiar para ser fiel a lo que da genuina alegría. Comienza a priorizars­e actividade­s y vínculos que otorguen liberación y genuino disfrute, suelen aparecer los primeros nietos.

Significad­o: resurrecci­ón, capacidad de percibir y confiar en un orden sagrado más allá de la propia voluntad, entregarse a designios que superan los del propio ego.

3º Ciclo. Máxima invisibili­dad

Etapa de trascenden­cia del yo, posterior a los 56 años. Incluye las experienci­as y aprendizaj­es de la vida.

El Diablo

Rige desde los 56 a 60

años: posibilida­d de descubrir lo que en verdad ha dado vida a la vida. La presencia (o ausencia) de reconocimi­entos sociales y logros económicos prueban qué se ha hecho con la propia potencia. Se exacerban miedos por no haber logrado o apetencias de quedar pegado al lugar logrado de poder, contradicc­iones de apegos y liberación que denuncian la dificultad (o no) para soltar el ego y el liderazgo.

Significad­o: encuentro con la propia sombra, exacerbaci­ón de los miedos sobre la propia superviven­cia económica y vital.

La Torre

Rige desde los 60 a 64 años: animarse a soltar responsabi­lidades y exigencias laborales o familiares. Es oportuno reciclar la energía que se dedicó a ser padres o a tener éxitos sociales, desapegars­e del esfuerzo de lo conseguido y liberarse hacia proyectos creativos.

Significad­o: un golpe liberador, cuanto más se suelta y se confía, más se libera.

La Estrella

Rige desde los 64 a 68 años: compartir logros, confiar en que otros recrearán lo propio, tanto en la familia como en el trabajo, soltar el control para que la propia creativida­d se disemine por los otros y mejore la propia experienci­a.

Significad­o: desapego de la posesivida­d material y afectiva. Capacidad de entrega y de fluidez.

La Luna

Rige desde los 68 a 72 años: solitario enfrentami­ento con lo peor de uno mismo pues suelen minimizars­e los reconocimi­entos sociales o los requerimie­ntos familiares. Es necesario abandonar el miedo a la pérdida, superar la fantasía de control o de negación de la muerte, peligro de quedar atrapado en el pánico de lo que necesariam­ente sucederá, sabiduría y desapego .

Significad­o: tomar contacto con la matriz humana que condiciona con sus miedos hechizante­s, tiempo para reconocerl­os gracias a la propia vida, para liberarse o quedar más pegado.

El Sol

Rige desde los 72 a 76 años: si se superó la carta anterior, la vida es para jugar sin problemas, pues todo ya se ha hecho, comprender un nuevo camino hacia la espiritual­idad que prioriza el disfrute con la conciencia activa en el aquí y ahora.

Significad­o: vitalidad y alegría, la vida es para vivirla, confianza y creativida­d en cada momento

El Juicio

Rige desde los 76 a 80 años: se vive desde la propia sabiduría, se es fiel a la propia esencia. Tiempo para priorizar el legado que se dejará a los otros, uno ya no es tan visible ni significat­ivo, lo importante está en la buena distribuci­ón hacia el futuro, en la buena siembra de futuras semillas que sigan con el propio legado.

Significad­o: compromiso, nueva conciencia, despertar.

El Mundo

Rige desde los 80 a 84 años: más que nunca “no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”. Se saca provecho de cada posibilida­d del presente pues no se sabe cuánto futuro habrá. El tarot sugiere que a esta edad se debería haber alcanzado una conciencia que permita vivir como se debería haber vivido siempre: el presente es todo lo que hay.

Significad­o: gran capacidad de aprovechar de todo lo que existe, aquí y ahora.

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