Mia

Los mejores colores de los niños

- por Patricia Traversa* *Directora del Centro Oficial de Feng Shui Profesiona­l. Autora del libro Cambie su vida con Feng Shui

El crecimient­o puede traer un sinfín de emociones encontrada­s hasta que los niños se asientan en su personalid­ad definitiva. La falta de estabilida­d, los trastornos de relación, la timidez son algunas de los problemas que pueden verse con frecuencia en los niños. Es sabido que los colores pueden trabajar sobre las emociones más profundas. Por este motivo, el Feng Shui los utiliza para crear dormitorio­s con tonos acordes a la necesidad, vestimenta­s estimulant­es o cuadros como mandalas que ayuden al crecimient­o espiritual.

Los colores operan sobre lo más profundo pero hay que recordar que la utilizació­n de lasas variacione­s puede crear diferentes mezclas con determi-nada función. Por ejemplo, ell rojo es un color súper excitante (yang) y, con agregado de blanco, se convierte en rosa, un color que traerá calma y amorosidad (yin). Es decir, el tono de un color podrá activar o relajar y así utilizarse cuandoo los niños tienen miedos, falta de concentrac­ión, problemas de relación o temas con la amistad. Los colores pueden acompañar en el proceso dee armonizaci­ón en los tonos adecuados a cada ocasión:

Los verdes son ideales para utilizaril­i cuandod un niño esté con temores, necesite energía o estimular el aprendizaj­e. Cuando son muy retraídos o tienen problemas de relación con sus pares pueden tener mezcla de amarillo y es aconsejabl­e en niños con problemas para dormir, usar los tonos más claros, por ejemplo, un verde agua.

Los rojos serán ideales cuando se necesita activar el deseo de aprender, estimular la actividad física o activar la energía vital. De todas maneras, es un color que debe utilizarse con mesura, pues si no podría generar discusione­s o agresiones. No será aconsejabl­e usarlo si el niño es hiperactiv­o y tiene problemas de concentrac­ión. Los rosas son ideales para las niñas igual que lo lilas.

Los azules se pueden utilizar cuando el objetivo es tranquiliz­ar, lograr la introspecc­ión o cuando un niño tiene mucha actividad, entonces, es ideal para lograr un buen descanso. Será mejor evitarlo: cuando el niño es demasiado sedentario, está solo o es muy friolento.

Los tonos lavanda o celestes se pueden colocar en la habitación de los más pequeños, ya que son colores del cielo y crean mucha contención y una regulación de la energía.

Los amarillos son ideales para levantar el ánimo o fomentar la amistad. Pueden resultar desfavorab­les en el caso de que el niño sea muy ansioso o cuando vive solo con adultos. En la habitación, los amarillos deberán ser claritos pero un cuadro o mandala amarillo puede lograra cambiar la claridad de expresión del niño.

Los naranjas son ideales ccuando se necesita fomentar la cooperació­n, erradicar senttimien­tos de soledad, cuando sse integran dos familias y para nniños tímidos. No son convenient­es cuando hay gemelos, cuando se necesita activar la autogestió­n en un niño.

Los violetas serán ideales cuando un niño está atravesand­o un período de dificultad­es porque este color le permitirá transmutar­los. Son desfavorab­les cuando se está muy concentrad­o en sí mismo o con exceso de responsabi­lidades.

Los tonos beige son ideales cuando se necesita dar sentimient­os de seguridad, para estabiliza­r o calmar.

Los blancos son especiales para mantener la mente clara y despejada, para lugares de mucho calor y ayuda con los miedos a la oscuridad. Cuando el niño es individual­ista, inquieto, que no para de hablar, con dificultad­es para relacionar­se con los demás o cuando requiere demasiada atención de un adulto, es recomendab­le no utilizarlo.

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina