En la adolescencia sufrí mucho por no poder ser delgada, pero ahora me doy cuenta que tampoco era gorda. Las bromas que me hacían me marcaron hasta hoy.
Susana
La mayor parte de las burlas que hacen los chicos son por la cara de alguien,y en segundo lugar por el peso. Decididamente,las burlas marcan,las palabras duelen,y muchas veces,lastiman.Por eso tenemos que comenzar a recuperar los valores correctos de belleza y a revelarnos. Debemos corrernos de los prejuicios de los demás,darle más importancia a nuestra propia vida y renunciar al éxito para ser la persona que queremos.La estima no es algo que se adquiere,es algo que se demuestra.