CHAU PAPÁ
Corrupción y decadencia con brutal humor negro
Sala: Teatro Nacional Cervantes (Libertad 815, Caba) - Intérpretes: Roberto Carnaghi, Graciela Stefani, Pablo de Nito, Verónica Piaggio, Julio Marticorena, Héctor Díaz y Julián Vilar - Autor: Alberto Adellach. - Dirección: Manuel Vicente - Funciones: sábados a las 21.30, domigos a las 21
Alberto Adellach fue uno de los tantos autores argentinos prohibidos durante la dictadura militar. En 1976 partió hacia el exilio y lamentablemente nunca regresó. Una pena grande porque su lenguaje teatral muestra de manera descarnada las realidades sociales y los procesos históricos de nuestro país. En este caso, con un tremendo humor negro, sus escenas destilan violencia, corrupción y decadencia, mientras el fantasma del incesto sobrevuela todo el tiempo. Sus personajes muestran a una familia a punto de perder al padre, que no ha sido precisamente un buen ejemplo de vida. Su muerte y su entierro serán una metáfora perfecta de la finalización de muchos otros males. Manuel Vicente contó con un texto brutal y fuerte que sus actores supieron interpretar con la vorágine, la irreverencia y el vértigo que propone el autor. Roberto Carnaghi sigue demostrando que es un actor todo terreno capaz de dar vida al más insólito de los prototipos sociales. Graciela Stefani, casi irreconocible en su caricatura, divierte y escandaliza. Todo el resto del elenco se mueve con gracia y con la apabullante energía que el director le imprimió a la puesta. Verónica Piaggio sobresale en este grupo con una feroz imagen que destila irreverencia y corrupción. La historia muestra a una familia que si bien aparenta condolerse por la indefectible muerte del padre, también está a la espera de que ello suceda para sacar cada uno sus réditos personales. Una hermana, un cuñado, sus tres hijos y hasta el dueño de la cochería, todos aguardan ansiosos el desenlace para contraatacar. Teatro absurdo y humor negro en un cóctel fatal que los hará reír con vergüenza de las peores miserias humanas. Una comedia que enciende la polémica y altera los sentidos con su ritmo desbordante.