Los sonidos que dan buena energía
En la práctica espiritual del Oriente existe un viejo axioma que dice: "El sonido es vibración; la vibración es energía". Algunos sonidos nos sosiegan; otros nos aturden; algunos nos pacifican, energizan y otros nos alienan.
Así, por ejemplo, la música tradicional china, que se encuentra influida por el taoísmo, busca el equilibrio y alcanzar la armonía a través de los dos aspectos yin y yang. El yin representa lo femenino y el yang lo masculino. Los tambores pueden dar sonidos más agudos que representarían lo masculino y, otros instrumentos, sonidos más graves que serían lo femenino. Así como los colores y los aromas, la música emite frecuencias que la caracterizan y sus vibraciones sonoras actúan sobre el cuerpo, la mente y el espíritu. En síntesis, su contenido vibratorio reflejará la calidad energética de ella dejando o una determinada impronta a sobre el ambiente y las per- sonas.
Hay sonidos con muchaa energía desequilibrantee como el heavy metal o le-etras que contienen dolor,r, resentimiento o miedos quee impregnarán en el ambiente esa energía y llevarán a las personas que lo habitan a un estado emocional similar a lo que está escuchando.
Por el contrario, para armonizar o dar alegría en un espacio, lo ideal serán sonidos de la naturaleza, mantras, música orquestada, letras optimistas o románticas.
Asimismo, la música ejerce un efecto inmediato en las emociones más profundas. Para graficarlo, si en un negocio de venta de ropa de mujer se pone música melancólica o demasiado tranquila, es probable que las ventas bajen, por el contrario, si la música es alegre, este estímulo yang influirá en las ganas de comprar.
Los sonidos del agua corriendo también son excelentes para relajarse. Dicen en China que si se sienta una persona a la orilla de un río corriendo, se podrá escuchar una interminable canción de una sola nota que se desprende del agua. Esta nota equivale al sí de la escala de Occidente y reporta infinita paz a quien la percibe.
Lo ideal será estar atento a cuáles son los estímulos emo- cionales que nos producen las música que escuchamos para poder realizar una selección adecuada.
El volumen también es importante pues, si es excesivo, traerá una molestia cuyo efecto será negativo y, si es demasiado bajo, no tendrá un efecto en lo emocional. Esto que se puede ver claramente en un negocio, funciona de la misma forma en una casa. El exceso de volumen o el tipo de música puede dar irritabilidad a un estado emocional que no armonice con ese tipo de música.
Para bebés: los sonidos de delfines o ballenas comunicándose aportan una frecuencia muy amorosa y son ideales
een los dormitorios de los niños.
Para meditación: es ideal música con mantras (mantra proviene de la palabra man, que significa mente, y la palabra trang que significa proyección u onda). El sonido de los mantras es una forma de energía cuyo poder influye directamente sobre la psique humana, elevando la conciencia a través del sonido repetitivo.
Para armonizar un ambiente: la música de cuencos de cuarzo o tibetanos posee un nivel de energía armonizadora, así como los sonidos de la naturaleza, que cambiarán la frecuencia del espacio trayendo paz y relajación. Este tipo de música se puede dejar en la casa cuando uno se ausenta para que armonice el habitat.
Para recibir amigos: si bien se deben contemplar los gustos de cada persona, es aconsejable para una reunión informal, una música como fondo de jazz, bossa nova orquestada o temas melódicos para crear un entorno acogedor.