UNA VIDA MEJOR
Dos grandes de la escena y una comedia enternecedora
Sala: Multiteatro (Corrientes 1283, Caba) - Intérpretes: Claudia Lapacó y Claudio García Satur - Autor: García Satur - Dirección: Santiago Doria - Funciones: miércoles a viernes a las 20. Sábados a las 20 y 22. Domingos a las 19.30 Uno llega al teatro con ciertas dudas mínimas como: ¿será buena esta obra escrita por Claudio García Satur? ¿Lo pasaré bien o me sentiré incómodo? Y otros prejuicios surgidos de muchas experiencias negativas. Sin embargo, la primera sorpresa es que el libro es ágil, divertido, emocionante, con dos personajes adorables, con tanto porcentaje de humor como de romanticismo y con tanta picardía como ternura. Una muy buena escenografía de René Diviú enmarca la comedia con el toque ideal. En medio de ella, estos dos monstruos de la escena magistralmente dirigidos por Santiago Doria. Claudia Lapacó y Claudio García Satur no se dan tregua, ni dan tregua. Toda la comedia mantiene en vilo al espectador, por momentos esperando cosas que no llegan y, en otros pasajes, sorprendiendo con vueltas de tuerca realmente insospechadas. Floreal, un hombre grande, bastante cascarrabias, acostumbrado a resolver sólo sus cosas, es obligado por su hijo a tener una empleada por horas, mientras se va de viaje. El hombre lleva más de doce años reclamando un nieto que no llega. Las prioridades de su hijo y de su nuera parecen ser otras. La mujer elegida para los quehaceres domésticos es Remedios, tierna, comprensiva, trabajadora pero de carácter fuerte. Ella choca todo el tiempo con el hosco y escondedor Floreal, generándose un continuo chisporroteo donde todo está incluido, desde la apasionada discusión hasta la confesión más sorprendente. La pareja mantiene un entrañable duelo actoral en tiempo de comedia, a lo largo de toda la obra. Lo bueno y lo sorprendente del libro de García Satur es que parece una sitcom norteamericana con un remate humorístico cada tres o cuatro minutos y unos latiguillos que provocan la risa espontánea. El final es tan imprevisible como enternecedor, con una vuelta de tuerca inesperada que lleva a la emoción y a las lágrimas. Para pasar un excelente momento en el teatro.