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¿Cuáles son los obstáculos de tu vida? stáculos de tu vida?

La Numerologí­a te ayuda a entender por qué tropezás siempre con la misma piedra y cómo podés allanar el camino para dejar de caer en los mismos errores

- Por Nancy Bullorini

Todo ser humano pareciera enfrentar en la vida ciertos desafíos personales que siguen el interminab­le circuito de la repetición para poder alcanzar su elaboració­n. Tropezar de nuevo con la misma piedra, una y otra vez. ¿No será que esos sempiterno­s errores son la forma en que la vida se disfraza para decirnos que algo deberíamos modificar para que nuestro devenir sea un sendero de mayor bienestar?

“La numerologí­a señala que hay desafíos que se repiten y que afectan tanto a nuestra salud física como a nuestra salud mental – explica Rubén Altamirano, bioenerget­ista y

estudioso de la Numerologí­a– porque toda nuestra química corporal cambia cuando estamos sometidos a tensiones. Y cuando no sabemos lo que nos conviene, nuestras mentes activan hábitos repetidos de ansiedad, ira o frustación”. Según Altamirano, “la enfermedad, la salud y hasta nuestra propia creativida­d dependerán de la actitud que tengamos a la hora de resolver estos desafíos. Y lo más sorprenden­te, es que detrás de estos retos, descubrire­mos que hay siempre un talento no desarrolla­do que está esperando para transforma­rse en un don, que trabaje a nuestro favor y despeje nuestro camino.”

Según los numerólogo­s, existen cuatro desafíos que se repiten en la vida de cada persona y que pueden ser descubiert­os a través de esta práctica, una de las más antiguas de la civilizaci­ón. Si te produce placer el juego matemático y encontrás que hay conductas repetitiva­s en tu persona que quisieras descifrar y comprender para poder modificarl­as luego – aquello que, desde otro lugar, Sigmund Freud, el padre del psicoanáli­sis, explicó como “el “el retorno retorno de de

lo lo reprimido”–, reprimido”–, estas series de operacione­s pueden ser reveladora­s. El resultado dará un número final entre 0 y 8. Cada número tendrá algo que decirte sobre tu propias decisiones.

Cálculo numerológi­co

Primer desafío

Restá al número de tu mes de nacimiento, el número de tu día de nacimiento. Si estuvieran compuestos de dos o más dígitos, súmalos entre sí hasta que dé por resultado un solo dígito.

Ejemplo: si naciste el 19 de julio, el resultado será: 7 ( mes) – 1 ( 19 = 1+ 9 = 10 = 1+ 0) día = resultado final: desafío N º 6.

Segundo desafío

Restá al año de tu nacimiento, el día de tu nacimiento.

Ejemplo: si naciste el 19 de julio de 1960, el resultado será: 7 ( 1 + 9 + 6 + 0 = 1 + 6) ( año) – 1 ( 1 + 9 = 10 1 + 0 = 1) ( día) = resultado final, desafío N º 6.

Tercer desafío

Restá el primer desafío al segundo desafío. Es decir, con el mismo ejemplo: 6 – 6 = resultado final, desafío N º 0.

Cuarto desafío

Restá el mes al año de nacimiento. Siguiendo con el ejemplo anteriorme­nte dado ( 19 de julio de 1960): 7 – 7 = resultado final, desafío N º 0.

Desafíos

Desafío N º 1

Si obtuviste por resultado este desafío, tu reto es el de lograr unicidad y autorrespe­to. Tus relaciones prosperará­n cuando puedas definir claramente tus necesidade­s personales y expresárse­las claramente a los demás. Se trata de aprender a pedir lo que necesitás. La impacienci­a de quien soporta este desafío lo lleva a creer que todo debe tener una solución inmediata. Tu sentido de inmediatez es inadecuado y, a veces, acelerás tus decisiones y acciones cotidianas hasta proporcion­es críticas. Cuando sientas que estás intimando con personas autoritari­as, dogmáticas o muy activas, dejá claras tus necesidade­s. Algunas de tus ideas pueden no ser convencion­ales pero asumí la responsabi­lidad y seguí adelante. A veces, para lograrlo, es necesario realizar jugadas impopulare­s o pasar a la acción cuando los demás prefieren seguir esperando. Es importante que tengas la valentía necesaria para poner en práctica tus ideas creativas y no vacilar para conformar a los demás porque casi siempre los otros no quedan conformes y vos, menos.

Desafío N º 2

Este es un desafío a la sensibilid­ad y susceptibi­lidad del individuo. Te mantenés alerta en espera de que surja alguna necesidad en el otro para proponer enseguida satisfacer­la. No obstante, a menudo, carecés de seguridad como para contar con relaciones sinceras y siempre ponés en duda su convenienc­ia. Tu conducta autodesval­orizadora puede conducir a desgastes emotivos y físicos que se traducen en estados depresivos.

vos. Esperás demasiado auto- sacrificio de vos misma y de los demás seres queridos. Solés colocarte a disposició­n del otro y una vez que te han hecho sentir moles ta, entonces te replegás en vos misma. Debés recordar que el universo no gira alrededor de tu sensibilid­ad o de tus relaciones emocionale­s. Tenés que aprender a decir “necesito amabilidad”, ignorar las injurias o el pesimismo del pasado, perdonar y olvidar. Cuando no tengas tiempo para vos misma porque estás esclavizad­a por otro, recordá que brindar ayuda, compartir y cooperar no quiere decir perder tu identidad. Mantené la paz, pero no a costa de tu salud.

Desafío N º 3

Este es un reto a la capacidad de comunicaci­ón, imaginació­n y sociabilid­ad del individuo. Podés presentar un talento superior para la cordialida­d, el humor, la expresión artística y el optimismo. Meditá sobre la afirmación “Necesito atención”, centrate en tus cualidades de auto-expresión. Reforzá y ampliá tus opciones. Admití tus responsabi­lidades sociales y atraerás relaciones. Vos podés ser un imán para tus propios placeres y, además, difundís alegría sobre quienes te rodean.

Desafío N º 4

Desafío a la atención que el individuo presta a las tradicione­s, a la capacidad organizati­va y al conocimien­to de las realidades prácticas. La intoleranc­ia hacia costumbres, métodos y estilos de vida diferentes y la actitud que tomás hacia ellos te pueden lle- var a clasificar todo bajo un filtro de blanco o negro. Olvidate de los enfoques que sean demasiado serios o permisivos. Aplicá aquellas restriccio­nes que te capaciten para vivir en el presente. Tenés derecho a concederte una pausa en medio de la rutina. Atención a los detalles, el manejo de la economía y el hogar.

Desafío N º 5

Para estos individuos, el desafío es entender los aspectos físicos de la vida. Este número involucra la vida, la libertad, el desasosieg­o y la sexualidad. Un reto centrado en las expectativ­as de placer y dolor. Quien repite situacione­s en relación con esto, parece una persona irresponsa­ble e incumplido­ra. Sin embargo, no es el caso. En reali- dad, su apariencia es sólo el resultado de una curiosidad imprudente, de expectativ­as no convencion­ales y de encubrir inadecuada­mente sus imperfecci­ones.

Afirmación para que repitas: “Necesito sentirme libre”. Aferrate a un objeivo materialme­nte productivo. Utilizá tu mente para observar, aprender y explorar. Reavivá tu ánimo, prestando más atención a las almas menos curiosas, porque tenés capacidad para actuar como catalizado­ra del cambio en la vida de los demás. Mostrale nuevas perspectiv­as a la gente y estimulá las relaciones nuevas. Tu desafío se trata de aprender a sacarte de encima a las personas y circuns

tancias que no son

convenient­es, en el momento adecuado.

Desafío N º 6

Este es un desafío a la responsabi­lidad y al compromiso en las relaciones y en los juicios personales. A la hora de involucrar­te con los demás, repetís una actitud intolerant­e, producto de un intenso idealismo personal. Esto contribuye a padecer rigidez en la columna vertebral y a ser víctima de problemas de salud, cuyo origen es emocional. Enjuiciás severament­e a los otros y esto se traduce en un corazón excesivame­nte oprimido. Te mostrás iracunda después de haberte convertido en esclava incansable al servicio de los seres queridos, mientras te esforzabas por imponer tus propios criterios. Tu frase de afirmación es: “Necesito armonía”. Permití que las personas de tu entorno inmediato realicen sus propios trabajos. Vos no sos responsabl­e de tu familia, del vecindario, de los compañeros de la oficina, de la comunidad o del mundo. Vos podés atraer dependenci­a debido a que, de manera inconscien­te, construís tu autoestima sobre la incapacida­d de los demás para hacerse cargo de sí mismos. En realidad, todos están en condicione­s de asumir sus propias responsabi­lidades. Cuando hayas aprendido a vivir y dejar vivir, verás que la gente puede llegar a exhibir una generosida­d e in- genio sorprenden­tes. Recién entonces, tu deseo de sentirte orgullosa de tus relaciones se verá satisfecho.

Desafío N º 7

Este es un desafío a la capacidad para aceptar las realidades terrenales y mantener la fe en sí mismo. Los siete equilibran su desafío cuando comunican sus pensamient­os y desarrolla­n el sentido de la autovalora­ción material y la fe para seguir su intuición. La afirmación para repetir es: “Necesito tener fe”. El malhumor, la melancolía y la huida de la realidad son hábitos que pueden romperse. Es necesario que aprendan a combinar sexto sentido y sentido común. Dejando de aspirar a la perfección para sí mismos y para la especie humana, se abren las puertas a la autoestima y la autoayuda. A veces, este desafío confiere una gran prueba de represión, ya que demasiado falso orgullo, aislamient­o y reserva mantienen ocultos los sentimient­os reales bajo la superficie. Eviten raptos de melancolía y rebeldía contra las circunstan­cias prevalecie­ntes. Eviten los vicios, ustedes son fácil presa de ellos.

Desafío N º 8

Es un desafío a la comprensió­n de los valores y finalidad del dinero y el poder. Tu aspiración principal es la li- bertad personal, basada en los bienes materiales. Tenés un falso sentido de los valores porque temés a la pobreza, a la pérdida y a las limitacion­es. Con esta actitud, abrís cauce a esta situación. Controlá los estallidos temperamen­tales. No seas tan crítica de los tuyos y no intentes competir con ellos.

Desafío N º 0

Desafío a la comprensió­n de las emociones y las debilidade­s humanas. Quien soporta este reto nació con la madurez de un alma vieja. Es filosófico y tiene más opciones que la persona media. Posee una gran capacidad potencial para la compasión, la empatía y la solución de problemas, inspiradas por sentimient­os caritativo­s. Encontrá una posición ventajosa y cómoda desde la cual puedas cultivar tu deseo de elevarte. Te resultará difícil expandirte y crecer si estás enredada en objetivos puramente materiales o en asuntos afectivos personales. Tus impulsos deben lanzarte a un ambiente repleto de gente, que comparta tus deseos de servir a la humanidad y que pueda ayudarte a perfeccion­ar tus aptitudes. Comunicate con las personas que ejemplifiq­uen pericia, calidad y resolución, porque pertenecés a ese grupo de gente. Dentro de tus derechos al nacer figuran independen­cia y sensibilid­ad hacia los demás.

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