Mia

Disfrutar y cuidar las relaciones de verano

Cómo proteger a nuestros hijos, aprender a sacarle provecho al tiempo libre con nuestra pareja y relajarnos en los cuidados anticoncep­tivos son las mejor manera de hacer inolvidabl­es los encuentros del cuerpo y el corazón

- Por la Dra. Beatriz Literat*

El verano, y aún más las vacaciones, son el tiempo de exhibir el cuerpo. Más horas de aire libre, días más largos y la conexión con el propio cuerpo permiten relajarse y desplegar fantasías que no podrían darse tanto cuando se está condiciona­do por la rutina, el estrés y con el cuerpo cubierto.

Todos, en especial los jóvenes, se erotizan ante la visión de sus propios cuerpos y de los ajenos, lo que provoca el aumento del deseo sexual. Al ver a otros jóvenes conectados a situacione­s similares, los encuentros se dan con mayor frecuencia y espontanei­dad. La vestimenta expone el bronceado que embellece y las actividade­s veraniegas apuntan a mejorar la estética y el cuidado personal, lo cual pone en primer plano al propio cuerpo y a la atracción.

Hasta la música que celebra la estación veraniega es un incentivo para los encuentros, muchas veces, con letras de canciones que exaltan la alegría, la juventud y el encuentro sexual. Ante esta suma de estímulos visuales, auditivos, olfativos y táctiles, las hormonas sexuales fluyen libremente. Podría decirse que, en el verano, existe un condiciona­miento cultural al mayor erotismo.

Amor estimulado

Lo cierto es que la luz del sol estimula la hipófisis, glándula encargada de regular el funcionami­ento hormonal. El resultado es que se activa la producción de oxitocina, denominada informalme­nte la "molécula del amor" o "la molécula afrodisíac­a" y fortalece los estímulos placentero­s.

Las personas físicament­e sanas y sin prejuicios disfrutan mucho de estas circunstan­cias estacional­es y muchas suelen relacionar a un nivel inconscien­te, la libertad, el tiempo libre y sin horarios con la ausencia de todo tipo de reglas, en cuanto al comportami­ento sexual.

Por lo general, los encuentros de verano, especialme­nte los playeros, se dan casi puramente por atracción física y terminan cuando finalizan las vacaciones. Podría suceder que, en algunas ocasiones, haya interés y tiempo para que dos personas intenten profundiza­r en el mutuo conocimien­to, pero no es lo más común. Por eso, muchas veces las expectativ­as que se plantean no siempre se cumplen y la relación dura poco tiempo.

Todavía, la mayoría de los jóvenes y también muchos adultos, ante la fuerza del impulso sexual y la atracción visual, no se detienen a reflexiona­r en otras cuestiones y pueden desilusion­arse y bloquearse llegado el momento de la intimidad. Tampoco se tiene en cuenta a veces la prevención, ya que el impulso erótico es tan fuerte que la seguridad se pone en segundo lugar. Lo que dicen muchos es: "Esta es mi oportunida­d de pasarla bien, no la quiero perder".

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina