La poderosa harina para una panza chata
Se trata de una combinación de 6 semillasill con todas las acciones necesarias para desinflamar y reducir el abdomen, además de perder peso y ganar en salud. Se prepara en casa y se usa en cualquiera de los platos del día
Una de las zonas de nuestro cuerpo que más trabajo nos cuesta mantener en línea es el abdomen. Si bien ellos pelean contra lo mismo, cambian los factores de origen del problema: subir y bajar de peso, los embarazos, retención de líquidos y mal tránsito intestinal atentan dentro y fuera del organismo femenino. Por eso, en muchos casos, aún a dieta y haciendo actividad física, no podemos bajar esa pancita que nos obliga a cambiar de vestuario y no nos gusta nada. La zona abdominal es propensa a acumular el exceso de grasa que tengamos (aunque sea poco) y además, la piel de esta zona es fina y flexible con lo que puede sufrir mucho con subidas y bajadas bruscas de peso, y por supuesto, después del parto. Por supuesto, la dieta es esencial: eliminar azúcar, alcohol, gaseosas y alimentos que irriten los intestinos es fundamental. Reducir el consumo de grasas, comer porciones saludables y no matarte con los dulces, también hará efecto. Pero aún así, seguirá siendo difícil combatir factores que no se controlan tan fácilmente. Pero, ahora, una harina que podés hacer en tu casa con 6 semillas puede ser el pasaporte hacia la felicidad de no verte más con panza. “Esta receta sin gluten, es rica en fibras, antioxidantes y vitaminas. Pero su secreto es que ayuda a regular el metabolismo, da saciedad y desinflamada, todos efectos que actúan directamente sobre una panza chata”, sostiene la nutricionista brasileña Ana Paula Santos. De hecho, Jade Mattos, una joven de 18 años que consultó a la nutricionista para bajar de peso, no solo bajó casi 7 kilos en poco más de dos meses sino que lo que más agradeció fue la harina de semillas: “Me deshinchó, me ayudó a eli
minar la flacidez y la panza bajó”, aceptó.
Cómo se usa
Además de ser muy sencilla de hacer en casa, esta harina es un suplemento práctico para adoptar. “Se trata simplemente de incorporarla a la dieta diaria para conseguir mantener el peso, bajarlo si es necesario, actuar sobre el abdomen y ganar
en salud”, explica Santos. La harina incluye semillas como la de chía que mantienen controlado el colesterol malo, de lino con enorme poder antioxidante que refuerza la barrera inmunológica y todas son antitóxicas por su enorme aporte de fibra. Sin embargo, la nutricionista aclara que pacientes con cálculos renales, divertículos intestinales o gastritis no deben usarla. De cualquier modo, siempre se debe consultar con el médico cualquier cambio en la dieta.
Se la puede usar en casi todas las preparaciones: incluir a jugos, sopas, batidos, licuados, yogur, ensaladas, tortilla, omelettes, etc. Según Santos, alcanza con dos cucharadas soperas por día, juntas o separadas, para obtener todos los beneficios de esta harina que termina para siempre con la tortura de la pancita.