Colores bien ELEGIDOS
SiS estás un poco preocupado por poner el pincel en la pared, ésta es una forma maravillosa para asegurarte de que el color que te encanta luzca perfecto. Antes de comenzar a pintar, aplicá dos capas sobre un papel base A4. Colgá el papel en diferentes paredes durante el día para ver cómo cambia el color con la luz del sol y la luz artificial. Descubrirás que la luz ejerce una influencia especial sobre los blancos. Tené en cuenta que la mayoría de los colores lucirán levemente más oscuros y fríos en ambientes con orientación sur, porque la luz es más fría y menos intensa. La pintura fresca se ve muy diferente de la pintura seca. Intentá no tomar decisiones hasta que esté completamente seca. Y lo más importante: confiá en tus instintos. Si te encanta, es la correcta. Existen diferentes colores, ideales para diferentes ambientes; por eso, el primer paso es evaluar tu espacio. Si el tuyo tiene orientación sur y parece oscuro, los colores luminosos en matices vivos y saturados optimizarán la luz. Si tiene orientación norte y es aireado, podés usar la mayoría de los colores, incluso los tonos oscuros y dramáticos. ¿El ambiente lo usás para comer, trabajar o dormir? Los colores fríos, apacibles y apagados, como el verde pálido y el azul
lavado, evocan calma, mientras que los colores vibrantes y profundos, como los rojos y púrpuras, energizan y estimulan. – La naturaleza es una fuente maravillosa de combinaciones de colores. Sacá fotos de flores, caracoles y árboles que evoquen tranquilidad. Observá qué paisaje te hace sentir más vivo. – Hacé una lista de los objetos del hogar más preciados y que agregan dinamismo instantáneo a cualquier espacio. Elegí colores del estampado de ese objeto y luego incluilo en el ambiente terminado. – El arte inspira esquemas de colores sensacionales. Seleccioná los colores claves de un cuadro que te encante para lograr tu propio esquema. – Una vez elegidos los colores, recolectá muestras de pintura, tela y empapelado con diferentes matices de los tonos escogidos. Usá un cartón grande y blanco como fondo para tu esquema. Combiná una y otra vez como más te guste. Tomate tu tiempo y no olvides dar un paso atrás y observar a distancia. Sabrás cuando logres la combinación correcta. – Probá antes de comprar. Para eso las muestras de color son excelentes. Pintá diferentes lugares con diferente intensidad de luz, o colgá un papel base A4 pintado, en diferentes paredes, para poder ver cómo lucen los colores con luz natural y artificial a diferentes horas del día.