EL FUTURO EN TRATAMIENTOS
La cosmética se enfrenta a un nuevo desafío: combinar energías físicas (radiaciones lumínicas) con activos cosméticos. “La potencia del resultado combinado genera expectativas para la solución de manchas, arrugas y secuelas de acné”, comenta Schaievitch. Justamente en este orden avanzaron los productos capilares que se estimulan con radiaciones infrarrojas y esmaltes de uña permanentes que requieren una lámpara UV para el proceso de fijado del material.
La tendencia actual en investigación cosmética, también está enfocada en el desarrollo de ingredientes poliactivos, que cuentan con una variedad de propiedades benéficas que se sinergizan entre sí. Por otro lado, “este tipo de activos, denominados en la jerga dermocosmética 'inteligentes' por el tipo de actividad que ejercen, inducen a la célula en la reactivación de procesos metabólicos beneficiosos para la belleza de nuestra piel. Esto implica un cambio, no sólo de la monoacción a la multifunción sino de una función paliativa (neutralizador de síntomas) a un efecto correctivo (disminución de la generación de ese síntoma)”, explica Mariana Bianchin, Bióloga y Master en Ingeniería Ambiental, Jefa de Producto y Export Manager de Biocosmética Exel. Y cita un ejemplo: “En el caso de una piel sensible, un poliactivo modular como el betaglucano, no sólo calma las manifestaciones típicas de este biotipo como los enrojecimientos, sino que actúa a nivel del sistema inmune para disminuir la excesiva sensibilidad de la misma”.
Otra faceta importante a remarcar de la química cosmética actual es la tendencia a la investigación intracelular con activos que interfieren directamente a nivel del núcleo de las células y con el surgimiento de claims nuevos como los que aluden estudiar las interacciones entre los ingredientes activos y el ADN celular.