El Jardín Tarradellas
En 1986, Barcelona recuperaba las paredes medianeras de los edificios que habían perdido el edificio vecino, demolido por su mal estado de conservación, embelleciéndolas con obras de arte o con ventanas. Pero en 2010, impusieron la “vegitectura”. Un ejemplo de ella es el Jardí Tarradellas, un enorme jardín vertical que recubre la medianera de un feo edificio del barrio de Les Corts y que transformó el entorno urbano en un pequeño recodo rural. Con un muro de piedra seca de 4 metros de altura, en su parte inferior, que soporta el esqueleto metálico, el jardín tiene plantas de bajo mantenimiento, rastreras y trepadoras, que forman una cascada verde que recubre toda la medianera. Una pared viva que cambia con el paso de las estaciones, atrae una gran cantidad de fauna urbana y cuyo sistema de riego por goteo es operado de forma remota mediante un smartphone.