MASCOTAS.
Originarios de Inglaterra, los caballos de carrera tienen características particulares y pasan por un control especial antes de ser adquiridos
Caballos que corren
qué se le llama “un pura sangre”? Es aquella raza de caballos desarrollada en el siglo XVIII en Inglaterra, cuando yeguas madres inglesas fueron cruzadas con sementales árabes, berberiscos y akhal teke importados, con el objetivo de crear caballos corredores de distancia.
Todos los pura sangre modernos son descendientes de alguno de los tres sementales importados a Inglaterra desde el Oriente Medio a finales del siglo XVII y principios del XVIII: el Darley Arabian, el Godolphin Arabian, también conocido como el Goldophin Barb, y el Byerly Turk (la primera parte del nombre de estos sementales se refiere a su propietario británico, mientras que la segunda parte es un indicador del origen del caballo). El estudio de su ADN, señala que el origen de las yeguas es bastante cosmopolita, aunque la contribución británica e irlandesa es la más importante.
Pese a que los pura sangre son criados esencialmente para correr, también pueden ser utilizados para equitación y otros entrenamientos combinados, debido a su condición atlética. Suelen medir 1,63 metros de altura, y pueden ser castaños, zainos, alazanes o tordillos, en cuanto a su pelaje. La cara y la parte inferior de sus patas tienen manchas blancas, pero este color generalmente no aparece en otras partes del cuerpo, aunque algunos genes relativos al color, usualmente encontrados en ejemplares alazanes, traen como consecuencia algunos pelos o manchas blancas.
Criado principalmente para correr al galope y con una montura, los pura sangre son seleccionados según su conformación y pedigree. Los llamados “sprinters” son los caballos destinados a correr distancias cortas y generalmente son más musculosos. Los entrenados para distancias clásicas son ejemplares más grandes y con patas más largas. Algunas familias de pura sangre son conocidas como sprinters o fondistas, algunas para correr en arena y otras para correr en grama, como usualmente se encuentran en Europa.
Animales muy exquisitos, los pura sangre son seleccionados por expertos que antes de adquirirlos observan, con minuciosidad, su balance estructural, la disposición que tienen al caminar, la inteligencia que muestran, la correcta conformación de sus patas, el funcionamiento del aparato respiratorio, la salud de su estructura ósea y el tamaño de su corazón.