Armate de técnica
Aunque muchos no lo crean, la playa es uno de los lugares más adversos para hacer fotografías. En primer lugar, la arena es el enemigo número uno de las cámaras porque puede rayar lentes y pantallas, además de meterse por los recovecos que encuentre dañando seriamente los mecanismos. Obviamente, hay que tener también mucho cuidado con el agua, que puede aniquilarnos la cámara. Traten, siempre que les sea posible, de enroscar la cámara a sus muñecas y, ante cualquier traspié, quedará colgando sin caerse. Para los celulares, venden unos sobrecitos estancos que los protegerán de agua y arena. Un recurso casero que usamos los fotógrafos de prensa es envolver parte del equipo con film de cocina, fíjense de no tapar el objetivo porque pueden distorcionar la imagen.
Otro elemento para tener cuidado es el sol directo: cuando no usen el dispositivo por un rato, dejenlo a la sombra. La mayoría de las cámaras suelen ser negras y por lo tanto absorben mucha radiación llegando a tomar muy altas temperaturas, lo que puede provocar que se deformen los componentes de plástico.
Si piensan hacer fotos con un celular y están por comprar uno, les conviene que tenga 8 megapíxels o un poquito más. Tampoco gasten fortunas en un aparato de más de 14 o 15 megapíxeles ya que la calidad de la foto no mejorará y van a tener fotografías muy pesadas que ocupan mucho espacio en la memoria. Eso los va a complicar al momento de guardarlas y de enviarlas con el teléfono a otra persona. Los valores en megapíxeles se utilizan para fotografía de modas o publicitaria. por ejemplo, porque se necesita mucha información para publicarlas en la página de una buena revista. Pero para la impresión de fotos familiares no ayuda en nada: es como el tamaño de un vaso, usar uno con capacidad de 3 litros para tomar un poco de agua resultaría pesado, molesto e inútil.
Ya pueden poner a punto sus equipos para disfrutar de la fotografía y a la vez cuidar sus cámaras. La próxima, les voy a pasar una claves para mejorar sus fotos playeras.