Darse un gusto
Cuando llega la semana de la dulzura con el intercambio de una golosina por un beso, nos planteamos si podemos darnos o no, el gusto de un bombón.
Una dosis de chocolate puede sumar claros beneficios a nuestra salud, por eso es fundamental comprender que, cuando se trata de cuidar el cuerpo, contar calorías resta.
Los buenos hábitos alimentarios son aquellos que pueden sostenerse en el tiempo y que no se basan en limitaciones extremas, en esta mal mentada moda FIT, y la obsesión por comer cada vez menos que no hace más que llevarnos a dietas insostenibles o bien a una ilusión de “vida sana” que es en realidad el principio de un trastorno alimenticio severo.
Es por ello, que esta puede ser una buena oportunidad para hablar de la no existencia de dietas mágicas, de la complejidad de las modas que atraviesan las redes sociales y la realidad de los más jóvenes, donde cualquier persona parecería estar habilitado a dar consejos sobre nutrición y el riesgo que esto genera en aquellos que están buscando una alternativa para verse y sentirse mejor.
Podemos comer aquello que nos gusta, si lo hacemos en su justa medida y combinado variedad de alimentos y nutrientes para darle a nuestro cuerpo eso que necesita para verse y sentirse cada día mejor.
El desarrollo de las semillas de cacao durante la maduración del fruto es el proceso más importante para la acumulación de polifenoles, fenilpropanoides, flavanoides, serotonina y otros compuestos que varios estudios de investigación han demostrado que el chocolate es beneficioso para la salud. Además el cacao es un alimento rico en fibra, vitaminas y minerales. Los beneficios potenciales para la salud, son:
Antioxidante que previenen el envejecimiento
Antidepresivo
Previene la obesidad por moderar los niveles de insulina
Mejora el rendimiento cognitivo Tiene beneficios cardiovasculares
Reduce la posibilidad de desarrollo de caries dentales gracias a los agentes antibacterianos