QUINOA
Otra milenaria semilla americana a la que conocemos desde hace poco. La nutricionista Flavia Farinazzi, docente de la Facultad de Tecnología Alimentaria de San Pablo, hizo un testeo con voluntarios que consumieron dos barritas de cereales por día que contenían 9,75 gramos de quinoa, “lo que sería aproximadamente una cucharada diaria”. Al fin del tiempo de estudio, se comprobó una reducción en los niveles de colesterol total y de LDL o malo, así como descenso de los triglicéridos. Una colega, la nutricionista Flavia de Carvalho, doctorada en la Escuela de Educación Física y Deporte de Ribeirao Preto, llegó a los mismos resultados con un estudio entre mujeres menopáusicas en las que se presentaba riesgo cardíaco. 35 participantes consumieron 25 gramos de quinoa en copos todos los días. “El impacto sobre el colesterol fue muy significativo”, sostiene la especialista que atribuyó tal poder a las fibras, antioxidantes y lignanos de esta semilla.
Cómo usarla
Los granos de quinoa pueden ser blancos, negros o rojos y no hay diferencia nutricional entre ellos, solo que se consigue más fácilmente la blanca. Una de las maneras de aprovechar su sabor es sumándola al tabule, esa exquisita ensalada oriental. Se la puede utilizar como reemplazo del arroz porque crece en la cocción y en copos con el yogur o la leche del desayuno y la merienda.