La variedad del gusto
Hay dos modos para lograrlo: aportándole movimiento al diseño a partir de diagonales o curvas, o generando contrastes de color, follaje, textura, forma y tamaño. Algunos consejos:
Elegir plantas de acuerdo al tamaño y la forma final, lo que significa conocer cómo van a ser dentro de unos años, para evitar que invadan espacios que no le correspondan o que proyecten sombra en lugares no deseados.
Determinar si se quiere que permanezca siempre verde durante el año o que los cambios alerten la llegada de cada estación. Para lo primero se debe optar por árboles y arbustos persistentes o herbáceas perennes de poca o nula floración; mientras que la elección de plantas caducas, proterantes, gramíneas ornamentales -como las de floración llamativa- van a marcar los períodos del año. Al pensar en los colores, tener presente los ya existentes de la casa y demás construcciones.
El color se puede aportar por medio de flores o follaje. Si lo que se busca resaltar son las flores, el follaje debe ser neutro para que éstas se destaquen. Si en cambio es el follaje, cuanto mayor contraste de tonalidades haya, menor variedad de flores se requerirán.