ALERTA,
Según estudios recientes, 3 de cada 10 perros y 4 de cada 10 gatos tienen parásitos internos. De acuerdo a la OMS, las personas y los animales compartimos cerca de 300 enfermedades, de las cuales muchas tienen su origen en los animales, entre los que se incluyen nuestras propias mascotas. Es decir que al cuidar a tu mascota, protegés también a toda tu familia y al medio ambiente.
Perros y gatos son casi un miembro más de la familia, duermen junto a sus dueños y los niños comparten con ellos juegos, juguetes y el ambiente en general. Por eso hay que estar muy pendientes de los aspectos sanitarios del animal.
El riesgo en gran parte está dado por los hábitos, pero éstos pueden mejorarse. Hay que tener en cuenta que la precariedad incrementa el riesgo mientras que la higiene, por su parte, contribuye a reducirlo. Asimismo, cumplir con los planes sanitarios, no sólo de los niños sino también el de las mascotas de la casa, es clave. Hay que estar atentos a los refuerzos de las vacunaciones y llevar las desparasitaciones al día que el veterinario recomendó, tanto internas como externas.
¿Pero qué pasa con todos los animales que no tienen control sanitario? ¿Cuán contaminadas podrían estar plazas y parques donde pasean los perros y las personas no tienen el hábito de recolectar la materia fecal ni desparasitar a su mascota con la frecuencia necesaria?
Según la OMS, el 75% de las enfermedades emergentes son zoonóticas. Hay enfermedades bacterianas y parasitarias que compartimos. Algunas se contagian en forma directa, otras en cambio, se dan por ingerir algo contaminado con ese agente o bien porque se transmite por algún vector.
En ese sentido, se remarca la importancia de la consulta con el veterinario, quién determinará la frecuencia de la desparasitación de acuerdo a la edad del animal, hábitos de vida, si está en estrecho contacto con la familia o si vagabundea mucho. Por ejemplo, si un perro va todos los días a la plaza de la esquina, se lo debería desparasitar mensualmente y no cada tres meses.
No le podemos pedir a un niño que cambie la manera en la que juega con su mascota y tampoco va a alcanzar con que sólo se lave las manos. Los hábitos son muy importantes y la desparasitación regular de las mascotas es fundamental para asegurar la prevención.
Es importante el control de los parásitos externos, vectores de muchos agentes. Las formas adultas de pulgas, garrapatas y mosquitos son los que pican a las mascotas y así transmiten enfermedades, mientras que las formas inmaduras (larvas y huevos) se encuentran en los hogares. Por ello, el tratamiento integral debe contemplar eliminar los parásitos adultos, prevenir las picaduras y tratar el ambiente en forma directa, para realmente cortar el ciclo de reproducción y contagio.