SALUD.
Cepas de vacuna y prevención antigripal
Ya está en marcha la campaña de vacunación antigripal a nivel nacional y es tiempo de revisar cómo protegernos y cuidar a niños y ancianos de esta enfermedad mucho antes de que llegue el frío. Tras la temprana y fuerte invasión de la gripe A (H1A1) del año pasado, se insistirá en la vacunación de los grupos específicos y en las medidas para evitar el contagio.
Este año, la denominación de las cepas para las vacunas son:
A/Michigan/45/2015 (H1N1) pdm09 - cepa análoga (A/Michigan/45/2015, NYMC X-275)
A/Hong Kong/4801/2014 (H3N2) - cepa análoga (A/Hong Kong/4801/2014, NYMC X-263B)
B/Brisbane/60/2008 - cepa análoga (B/Brisbane/60/2008, tipo salvaje).
Recomendaciones del Ministerio de Salud
Las personas que tienen prioridad para recibir la vacuna contra la gripe son: Personal de la salud Embarazadas, en cualquier momento de la gestación. Todos los niños de 6 a 24 meses (deben recibir dos dosis separadas por al menos 4 semanas).
Niños y adultos de 2 años a 64 años con enfermedades respiratorias, cardíacas, inmunodeficiencias congénitas o adquiridas, pacientes oncohematológicos y trasplantados, personas obesas con índice de masa corporal mayor a 40, diabéticos y personas con insuficiencia renal crónica en diálisis. Personas mayores de 65 años. Convivientes de enfermos oncohematológicos. Convivientes de bebés prematuros menores de 1.500 g. entre otros.
La cepa A H1N1 ahora es estacional, por eso la vacuna antigripal incluye esta cepa (entre otras). Los grupos de riesgo pueden recibirla gratis en hospitales y centros de salud.
Prevención
Las medidas adecuadas son las siguientes: Evitar el contacto estrecho con las personas enfermas. Quedarse en casa cuando uno esté enfermo.
Cubrirse la boca y la nariz con un pañuelo desechable al toser o estornudar.
Mantener las manos limpias. Si no se tiene agua y jabón, usar un desinfectante para las manos a base de alcohol. No tocarse los ojos, la nariz o la boca. Adoptar otros hábitos para una buena salud, como ventilar, limpiar y desinfectar las superficies que se tocan con frecuencia en la casa, el trabajo o la escuela, en especial cuando alguien esté enfermo, dormir lo suficiente, mantenerse activo físicamente, controlar el estrés, beber líquidos en abundancia y comer alimentos nutritivos.
Síntomas de alerta En los niños
Respiración acelerada o problemas para respirar. Coloración azulada de la piel (cianosis). Consumo insuficiente de líquidos. Dificultad para despertarse o falta de interacción. Estado de irritación tal que el niño no quiere que lo carguen en brazos.
Síntomas similares a los de la gripe que mejoran pero luego reaparecen con fiebre y agravamiento de la tos.
Fiebre con sarpullido.
Además de estos síntomas, se debe buscar atención médica de inmediato si algún niño presenta cualquiera de los siguientes signos: No poder comer. Dificultad para respirar. Llorar sin lágrimas. Cantidad significativamente menor de pañales mojados que la normal.
En los adultos
Dificultad para respirar o falta de aire. Dolor o presión en el pecho o abdomen. Mareos repentinos. Confusión. Vómitos graves o persistentes. Síntomas similares a los de la gripe que mejoran pero luego reaparecen con fiebre y agravamiento de la tos.