Enseñar a comer
Los bebés ya están en condiciones de regular las cantidades de leche que consumen. Si los padres sólo alimentan a su hijo cuando tiene hambre, le están enseñando a largo plazo un hábito saludable. Un ejemplo: el bebé no tiene por qué ter- minar toda la mamadera: si deja de tomar, suelta la tetina y gira la cabeza hacia otro lado, usualmente esto quiere decir que no quiere tomar más.
Los niños deben aprender cuanto antes a reconocer los momentos en los que se come. Los padres no deben estar ofreciéndoles algo de comer permanentemente, aunque se trate de alimentos saludables, los niños no deberían estar masticando un pancito mientras miran la televisión.
La comida tiene que ver muchas veces con las emociones. ¿El bebé lloriquea realmente porque tiene hambre? Lo cierto es que los bebés que lloran no están buscando siempre que les den de comer. Muchas veces simplemente están cansados o exigen atención. Pero si cada vez que esto sucede se les da algo de comer, terminan asociando las dos cosas.
Lo mismo rige para mirar televisión en familia: si cada vez que nos sentamos frente a la pantalla, comemos papas fritas o chocolates, los niños asociarán el estar juntos a la comida.
En líneas generales, no se recomienda prohibir completamente dulces y snacks, sino dosificarlos.