Ojo seco
Según los especialistas, en los últimos años, ha aumentado la cantidad de consultas por síndrome de ojo seco, debido al uso desmedido de las pantallas digitales.
Esta disminución en la cantidad o calidad de las lágrimas puede ser producida por el uso de pantallas de computadoras, tabletas y celulares, que determinan cambios en el film lagrimal.
La frecuencia del parpadeo en los humanos es de 18 veces aproximadamente por minuto y los estudios marcan que esta disminuye a la mitad al estar frente a una pantalla digital, y esto influye en la pérdida de la lubricación fisiológica adecuada. Los oftalmólogos aconsejan usar la pantalla a 60 cm. ligeramente por debajo de la mirada, reduciendo el brillo y tratando de incorporar de manera voluntaria, mayor parpadeo y descanso durante 20 segundos, cada 20 minutos.
Entre los síntomas más comunes se encuentra la sensación de arenilla, picazón, enrojecimiento, dificultad en la lectura, al mirar TV o en abrir los ojos al despertar, mucosidad, intenso lagrimeo y como sintomatología muy severa, el Síndrome de Sjögren (enfermedad que afecta las glándulas que producen humedad en todo el cuerpo). En este sentido, es importante destacar que más allá de estas molestias, pueden aparecer consecuencias más severas como queratitis y úlcera de córnea.
Ante los primeros indicios, se recomienda, según cada paciente, aplicarse gotas oculares llamadas “lágrimas artificiales” que son fármacos similares a las lágrimas naturales y ayudan a mantener la humedad y lubricación de los ojos; también pueden colocarse tapones artificiales en los puntos lagrimales para evitar el drenaje lagrimal y, en algunos casos, se utilizan medicamentos antiinflamatorios y estimulantes de la secreción lagrimal.