TECNO. No te quedes sin batería
Los modernos smartphones hacen cada día más cosas, pero el precio lo paga la batería, que se gasta más rápido. Con estos consejos, tu celu te seguirá el ritmo y no te dejará desconectada.
Sean de la marca que sean, los modernos smartphones llevan potentes sistemas operativos como Android (Google) o iOs (Aplle), que permiten abrir cientos de aplicaciones, escuchar música, sacar fotos, ponerles filtros, ver la tele , vivir eventos en vivo mediante el streaming, y cada días más cosas. Es maravilloso, pero las baterías no pueden seguir el ritmo. Si no querés andar todo el día con una batería portátil, aprendé a cuidar la de tu celu con estros trucos.
La pantalla es lo que más consume: En especial las de alta resolución y las táctiles de más de 3 ó 4 pulgadas. Pueden representar el mayor consumo de batería del dispositivo (hasta el 50 % de lo que gasta). Por eso, evitar un brillo muy elevado puede reducir mucho el consumo. Podés ajustarlo manualmente (si hay mucha luz exterior, mantenerlo bajo y si hay poca, subirlo) o recurrir al sensor ambiental que tiene la mayoría de los móviles. Esta opción de brillo automático regula la intensidad de la pantalla en función de la luz ambiental. Es práctico, pero consume más batería que si lo hacés manualmente.
GPS, wifi y bluetooth, desconectados: La conectividad inalámbrica consume mucha batería. Conexiones como el GPS, el wifi y el bluetooth, que se sincronizan automáticamente cada 15 minutos, agotan bastante energía por su elevado consumo de datos. Desactivalas si no las estás usando o configurá qué aplicación (app) querés que usen estos servicios ya que, por defecto, todas lo hacen.
Cuidado con el wifi: estar conectados por wifi mejora la velocidad y consume menos batería que el servicio de datos (3G ó 4G), pero por reducir al máximo el consumo de batería se suele desactivar el wifi. Los expertos recomiendan
mantenerlo siempre activado ya que es menor la pérdida de batería por búsqueda de una red inalámbrica que por el uso del 3G ó 4G. Sólo si tenemos la certeza de que no hay ninguna red wifi a nuestro alcance, es recomendable desconectarlo.
Aplicación para mejorar el consumo: Algunos teléfonos incluyen software diseñado para optimizar el uso de la batería, pero si tu modelo de móvil no lo integra, siempre podés descargar una aplicación que realice esa función.
Chau al segundo plano de las
aplicaciones: Al salir de una aplicación el usuario cree que ya no está activa, pero algunas pasan a segundo plano para luego tener un acceso más rápido a ella o para sincronizar datos. Desactivá la actividad en segundo plano de todas las que no sean necesarias para el día a día. Visitá el Administrador de tareas y cerrá los procesos manualmente.
Modo avión: Por defecto, los celulares siempre se encuentran buscando redes para conectar (GPRS, 2G, 3G, 4G). Esto implica un alto gasto de batería, y aumenta cuando se entra en una zona con baja o nula cobertura (subte, altura). Al activar el modo avión, el móvil desconecta las redes, es decir, no podés navegar por internet o recibir llamadas, pero se ahorra. Otra buena opción cuando la batería está agotándose es activar el modo ahorro. El sistema operativo reduce o desactiva la comprobación automática de nuevos correos, la actividad en segundo plano y los efectos visuales y de sonido. Sistema operativo a punto: Siempre conviene contar con la última versión del sistema operativo, porque los desarrolladores van mejorando el rendimiento.
Controlar las notificaciones: Por defecto, muchas aplicaciones solicitan permisos para enviar notificaciones y la ubicación del usuario. Un sonido breve anuncia que se recibió una notificación, pero detrás de ese simple acto hay un gran consumo de batería porque las aplicaciones conectan todo el tiempo con servidores (push) en tiempo real y eso gasta datos y batería. Lo mejor es activar la opción de notificaciones pull (sos vos quien solicita la actualización) o reducir las actualizaciones automáticas a sólo algunas app.
Cuidá la temperatura: Los dispositivos están diseñados para funcionar bien en un amplio rango de temperatura ambiente, pero la ideal es entre 16 y 22°C. Es clave no exponerlo a temperaturas superiores a 35°C ya que el calor podría dañar la batería. Lo mismo si la cargás en un lugar muy caluroso. Guardar una batería en un espacio muy cálido puede arruinarla también. Y si usás el celular en un entorno muy frío, la batería te dura menos.
Sacale la funda: Al cargar el celu con ciertas fundas puestas puede generarse un exceso de temperatura que afecte la capacidad de la batería. Si notás que tu móvil se calienta mucho al cargarlo, sacale la funda. Y si lo vas a guardar durante un largo tiempo, apagalo con media carga; guardalo en un lugar fresco y seco (menos de 32°C) y cargá la batería hasta la mitad cada seis meses.