“El Orfeo es ideal para el deporte”
Pía Arrigoni es la gerenta de operaciones del superdomo cordobés. Sueña con un partido de básquet entre Atenas y los San Antonio Spurs.
que intervino Scioli, en un estadio que no llegaba a las 9 mil butacas, así que lo de las 12 mil era un verso. Nalbandian la peleó hasta el final y para nosotros fue una de las desilusiones más grandes que tuvimos en la empresa.
–Se decía en esa época que hasta los amigos de Ferrer (integrante del equipo español) ya habían reservado habitaciones en Córdoba.
–Todo el mundo había reservado. Había delegaciones chinas de periodistas. Llamaban de todos lados preguntando si los tickets iban a ser on line o presencial. Para Córdoba hubiera sido muy importante, no sólo para el Orfeo. Era un movimiento que involucraba al Orfeo, los hoteles, los restaurantes, las empresas de viajes. Alrededor de la Davis se movió mucha gente. Hicimos una reunión con la Cámara de hoteleros para ver dónde alojaríamos a la gente. Fue una logística gigante. “Tati” Bugliotti se puso al hombro todo el tema Davis. Él hablaba con los hoteleros, con los tenistas, pero sin embargo no se pudo dar. Fue una frustración.
–¿Soñás con algún evento deportivo especial para el Orfeo?
–¿Te pasó alguna vez que algún artista haya demorado el show por quedarse a ver algún evento deportivo en la TV?
–En una salita de los camarines tenemos una tele dónde vemos todo lo que está pasando en el Orfeo. Generalmente estamos todos ahí y en el último Mundial coincidió con Disney On Ice. El día de la última función era la final (Argentina-Alemania). Le planteamos a la gente de Disney que ese día era muy difícil que la gente viniera, primero a la función y después a desarmar, en caso de que hubiera alargue y penales. Se hizo la función y eran todas mamás y chicos, no había hombres. Hubo alargue y la gente del show avisó que largaban con el desarme con todos los norteamericanos. Habíamos colgado unos televisores en el sector de las butacas, pero todos los europeos, y nosotros por supuesto, veíamos el partido mientras ellos desarmaban. Hasta que no terminó no hubo forma de que fueran a desarmar, encima perdimos así que volvimos con un humor de perros. Nadie quería hacer nada.
Se hace de noche. Cae el telón y la magia del Orfeo nos hace escuchar la música de Cerati. Pero no, es nuestra imaginación. Es que el Orfeo te permite eso, volar con sonidos y vibrar con el deporte.