“Al que le toque seguir debe comprometerse con la causa”
Farré aseguró que su intención es continuar en actividad y si es en el Pirata, “mucho mejor”. Mañana juega ante Huracán.
E n un plantel que cada vez se nutre más de juveniles en la recta final de la temporada, la presencia de Guillermo Farré se hace cada vez más notoria, porque el volante es el más “veterano” del equipo, su experiencia supera en varias veces a los demás jugadores, es el capitán y se encuentra a 42 días de cumplir una década vistiendo la camiseta del Pirata.
Porque hace 10 años, un martes 7 de agosto de 2007, se presentó a entrenar por primera vez en la “B”. Aquel volante llegado desde Central Córdoba de Rosario venía para apuntalar el conjunto de Francisco Ferrero, que había descendido de Primera División.
El primer partido tras su llegada no lo jugó porque tenía una suspensión de una fecha. Pero en la jornada siguiente, el sábado 13 de agosto en el Gigante de Alberdi, con la “14” en el dorsal ingresó a falta de cuatro minutos por Juan Casado. Aquella tarde fue triunfo de la “B” 1 a 0 sobre Chacarita.
Más allá de los recuerdos y que el partido ante Huracán se juega justo un 26 de junio (día del ascenso contra River en 2011), el volante aseguró: “Nosotros no podemos pensar más allá del partido con Huracán. Sí hacerlo sabiendo que los tres puntos son importantes para el futuro”.
A menos de dos meses de llegar a los 36 años de edad, el volante dijo sobre su futuro: “Mi intención es seguir jugando, me siento bien, estoy en actividad. La ilusión es siempre seguir, pero como dije, el año ha sido malo, no solo en lo personal, sino en lo grupal. Entonces el club hará un análisis y verá que es lo mejor para lo que viene. Al que le toque seguir debe comprometerse con la causa y al que no, seguramente entenderá el por qué no sigue. Pero no pasa por las preferencias de uno, sino por las necesidades del club”.
Cuando fue consultado sobre si su deseo de continuar jugando es solamente en Belgrano (tiene contrato hasta diciembre) o de no ser así, lo hará en otro club, dijo: “Si tengo la posibilidad de seguir en Belgrano sería fabuloso, es el deseo que tengo. Además, porque entiendo que la situación en la que estamos la tenemos que sacar adelante entre todos. Pero debemos entender que hay decisiones que no pasan por uno y por eso habrá que esperar. Por ahora lo único que tengo en claro es que estoy bien físicamente, estoy activo y no pasa por mi cabeza dejar”.
Un año flojo
El capitán del Pirata hizo un análisis del año vivido y sostuvo: “Fue un torneo difícil e irregular. Nunca pudimos conseguir una estructura grupal que nos hiciera sentir cómodos. Siempre los buenos rendimientos fueron en actuaciones individuales y no colectivas. Por eso, muchos jugadores que somos de características de equipo y de una estructura de equipo, seguramente somos los que más falencias mostramos. En cambio, aquellos que pueden lucirse con una jugada individual o un gol, pueden mostrarse más que otros”.
“Pero no ha sido un año bueno en el conjunto, en lo individual los rendimientos han sido negativos, más allá del funcionamiento en las copas en el primer semestre, pero tras la eliminación caímos en un bajón del que no tuvimos la capacidad de salir a flote”, prosiguió Guillermo Farré.
“Tuvimos una confusión en focalizar lo emocional en las copas y quedar fuera nos hizo imaginar que el torneo no servía para nada. He sido de una idea distinta, porque en una estructura de Belgrano nunca se lo debe menospreciar, pero la necesidad nos llevó hacer buenos papeles allí y estuvimos muy ilusionados. Cuando quedamos eliminados, el torneo se nos hizo cuesta arriba”, siguió Farré analizando el año del Celeste.
El presente marca que el Pirata salió del último puesto de la tabla a una fecha del cierre del torneo y el capitán aseguró: “Estar en los puestos finales de la tabla es producto de un algo, no es por casualidad. Por eso hay que hacer énfasis en esto para tomar decisiones”.
Finalmente, el volante surgido de Central Córdoba de Rosario agregó sobre el paso de los entrenadores: “Aquí no es que hubo un problema específico, hablamos de personalidades distintas. Lo que pasó fue que nunca pudimos congeniar una idea de juego para sentirnos cómodos y creo que ese fue el gran deficit de este año”.