Mundo D

Evocar y proyectar

El Celeste, que hace seis años volvía a Primera y mandaba a River a la B, cierra hoy su peor campaña desde ese ascenso. A las 20.15, visita a Huracán, que busca un punto para zafar.

- Pablo Giletta pgiletta@lavozdelin­terior.com.ar

D esde aquel 26 de junio de 2011 –cuando Belgrano volvió a Primera División, mandó al descenso a River en el Monumental y se convirtió en tendencia mundial–, todo fue diferente. La fecha, que para muchos pasó a ser feriado y que tantos otros preferiría­n borrar del almanaque, marcó un hito fundamenta­l: fue el día que cambió la fórmula del fútbol argentino, esa que decía que había intocables y que un club del interior, a lo sumo, sería un buen partenaire en festejos ajenos. Seis años después de aquella “gesta”, que marcó el comienzo de su cuarto ciclo en la máxima categoría desde la reestructu­ración de fútbol argentino, los celestes cerrarán hoy en la misma ciudad, aunque en otro barrio, una nueva temporada que estuvo lejos de ser la mejor, frente a un Huracán que intentará liberarse definitiva­mente de la angustia del descenso que lo acecha.

El árbitro Darío Herrera dará la orden de jugar justo a las 20.15, junto a los partidos de los otros equipos involucrad­os en la lucha por no ocupar el último casillero vacante entre los que perderán la categoría.

Que el aniversari­o de aquel histórico ascenso encuentre a Belgrano entre los del fondo de la tabla y jugando ante un equipo desesperad­o por no descender, encierra un mensaje en sí mismo: deberá cuidar lo que tanto le costó conseguir (Guillermo Farré, único sobrevivie­nte del plantel de 2011, lo puede contar) para no verse, dentro de un año, en la misma situación que su rival de hoy.

Es que, aunque los Piratas tienen asegurada su permanenci­a durante, al menos, un año más, apoyados por las buenas cosechas anteriores, la campaña que hoy finaliza significó dar varios pasos hacia atrás y su permanenci­a en la divisional mayor, en el mediano plazo, quedó condiciona­da a que la próxima temporada sea algo más que buena. Un desafío que la dirigencia parece haber aceptado con la urgencia del caso, a la hora de tomar decisiones.

Lo que viene

Así como la evocación de lo que pasó debe ser un incentivo para Belgrano, mirar para adelante es una necesidad. Hace rato que en Alberdi se sabe que habrá una fuerte renovación en el plantel profesiona­l. Desde lo formal, comenzará mañana, cuando este torneo sea historia. Pero, en los hechos, algunas señales dan cuenta de que los cambios comenzaron hace un tiempo: hay gestiones por refuerzos y una mirada cada vez más profunda a la cantera.

De hecho, para visitar al Globo, el entrenador Sebastián Méndez incluyó en la delegación a los juveniles Imanol González (defensor central, de 19 años) y Valentín Barbero (volante externo por derecha, de 16). Además, volvió a convocar a Braian Volpini (18) y Tomás Guidara (21), quienes hicieron su presentaci­ón el jueves pasado, en la victoria 2-1 frente a Newell’s, y a Francisco Romero (18), quien todavía no jugó. A ellos hay que sumarles Cristian Romero (19), quien si bien hace rato debutó, también es un juvenil.

En cambio, se quedó afuera el delantero Tomás Attis (17), quien acusó una molestia en su rodilla izquierda, y hoy será sometido a estudios por imágenes para determinar la gravedad de su lesión.

De todos modos, el DT es precavido. “El contexto no ayuda para los chicos que debutan y recién empiezan. Como estamos hoy, poner todos chicos sería la peor decisión”, había declarado durante la semana previa al partido frente a los rosarinos.

Como tampoco viajaron Cristian Lema y Lucas Melano, con sendas molestias físicas, hoy serán varios los cambios; aunque el DT recién confirmará el equipo titular minutos antes del partido. La situación del rival

Huracán, que ayer eligió a sus autoridade­s como institució­n (el actual presidente Alejandro Nadur fue reelegido por amplio margen en los comicios), vive un tiempo convulsion­ado.

Hoy le alcanza con un empate para asegurarse la continuida­d en Primera, pero una caída podría obligarlo a jugar un desempate con Aldosivi o con Temperley para evitar el descenso, dependiend­o de otros resultados. El clima en Parque Patricios estará signado por el nerviosism­o. El 26 de junio de 2011, Belgrano fue protagonis­ta de uno de los impactos más fuertes del fútbol argentino: con su empate 1-1 en el Monumental regresó a Primera y decretó el primer y único descenso de River en su historia. En Alberdi, el Pirata había ganado 2-0.

El ascenso de 2011 Volteó a un gigante Hace seis años, Belgrano subió a Primera y mandó a River a la “B”.

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 ?? (RAIMUNDO VIñUELAS) ?? Protagonis­tas. El técnico Sebastián Méndez perfila el próximo plantel. El capitán Guillermo Farré, único sobrevivie­nte del ascenso.
(RAIMUNDO VIñUELAS) Protagonis­tas. El técnico Sebastián Méndez perfila el próximo plantel. El capitán Guillermo Farré, único sobrevivie­nte del ascenso.

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