Mundo D

Las razones del exilio de rugbiers

Sin lugar en los selecciona­dos, Joaquín Paz y Facundo Panceyra eligieron irse al exterior y tuvieron éxito. El rugby argentino crece, pero no tiene lugar para todos.

- Joaquín Aguirre jaguirre@lavozdelin­terior.com.ar

Hoy toca hablar de ellos dos. Pero en el futuro –quién sabe– podrían ser muchos más. En el rugby argentino de alto rendimient­o no hay lugar para todos. Por eso, algunos cracks deciden emigrar y ofrecen su talento en otras ligas.

Son los casos de Joaquín Paz, campeón con Calvisano en Italia, y Facundo Panceyra, afirmado en Soyaux Angoulême de la segunda división de Francia. Los backs surgidos en Athletic y Tala, respectiva­mente, habían atravesado todo el sendero que ofrece este deporte en nuestro país: crecieron en sus clubes, pasaron por el selecciona­do de Córdoba, Los Pumitas, Pumas Seven, Argentina XV, Los Jaguares... Les faltó jugar en Los Pumas para cerrar el círculo.

Hace dos años, Argentina decidió tener un equipo profesiona­l para alimentar a Los Pumas sin tener que convocar a los argentinos que juegan en Europa (de hecho, éstos no pueden ser llamados por el momento). Así nacieron Los Jaguares, la franquicia argentina del Super Rugby para la cual la UAR repatrió varias figuras europeas. En un plantel de 45 jugadores, no todos tienen contrato. Algunos apenas reciben una beca que no supera los 20 mil pesos. Los que no están en Los Jaguares (unos 25) juegan en sus clubes y periódicam­ente son convocados a Argentina XV, una suerte de selecciona­do “B”, donde ganan minutos mientras aguardan una oportunida­d.

Paz (24 años) y Panceyra (26) se cansaron de esperar su chance y hace un año emigraron. El back de Athletic llegó a jugar en Los Jaguares, pero no tuvo continuida­d. “Tomé la decisión un poco por el rugby, pero también por una experienci­a de vida. Estaba un poco cansado, veía que siempre estaba en la misma: por ahí tenía una chance y después no. No es fácil ir y jugar en el Top 14, por ejemplo. Tenés que haber estado en Los Pumas. Antes de irme avisé a la UAR y no me pusieron trabas”, contó Paz, que renovó su contrato por una temporada más.

El excentro de Tala decidió probarse afuera después de varios años en distintos selecciona­dos. “Antes de irme pregunté si tenía chances y me dijeron que en mi puesto había varios jugadores jóvenes así que tomé la decisión. No le cierro la puerta en un futuro, pero por ahora sigo en Europa”, contó “el Tigre”, que jugó la mayor parte del torneo como titular.

Los que emigran

El dinero y la posibilida­d de desarrolla­r su potencial al máximo tientan año a año a decenas de jugadores argentinos. Junto a Paz, Calvisano fichó al tucumano Juan León Novillo. También se fueron a Italia Brian Ormson e Ignacio Brex, ambos con pasado en Los Pumitas. Los cordobeses Facundo Gigena, Lautaro Bazán, Franco Brarda y Franco Cuaranta, entre otros, integran el lote de jugadores que podrían irse cuando finalice la temporada. “No voy a dar nombres, pero muchos chicos me preguntan cómo me fue para irse. Otros me dicen ‘quiero ir a Francia o Inglaterra’ y yo les digo que no es tan fácil. Tenés que haber jugado en los Pumas. En Italia el jugador argentino es muy valorado. Hoy si te quedás estás luchando para entrar en un sólo equipo (Los Jaguares). Todos luchan por lo mismo. Yo veo que ese grupo ya esta consolidad­o, están los mismos de siempre. Si le pusiste tanto sacrificio y al final te ofrecen una beca de 15 mil pesos… son decisiones de cada uno”, cerró el centro de Athletic.

Gracias a la base que traían de años entrenándo­se como profesiona­les, Paz y Panceyra se adaptaron rápidament­e al rugby europeo. Ambos notaron que tanto en Francia como en Italia se juega más físico (“los golpes duelen más”), pero que pueden hacer la diferencia gracias a las destrezas que pulieron acá.

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