Cómo es someter el cuerpo a un esfuerzo extremo
“Me costó cinco años convencer a mis hermanos que lo que hacía me gustaba”, cuenta con humor Rodrigo Sánchez, que en unos años pasó de ser un nadador aficionado a un triatleta profesional. Es que no es tan fácil comprender por dónde pasa el disfrute al exponer el cuerpo a 10 u 11 horas de ejercicio extremo. No hay duda de que tanto Rodrigo como Guadalupe Díaz Sebriano tienen una conexión especial con sus cuerpos. “Jamás pienso en que quiero que se termine la carrera. Trato de disfrutar el momento siempre. Lo que sí es muy loco es la cantidad de estados mentales por los que atravesás en una competencia de larga distancia: bronca, tristeza, euforia… En las maratones salís eufórico, pero después aparece la bronca porque no te sentís del
El dolor físico Está En la mEntE, no ExistE ningún dolor insoportablE quE no puEdas calmar vos; son dEbilidadEs quE hay quE supErar.
todo bien, te duele algo”, señala.
“¿Cómo llevo el dolor? Sé que es algo que está en la mente, que uno lo puede controlar. No existe el dolor insoportable que no se pueda calmar con la mente. Si te caés de la bici puede haber dolor físico, pero si no es una falla mental. Son parte de las debilidades que se presentan y que tenés que superar”, agrega.
Para Guadalupe, las carreras pueden funcionar como una terapia. “Cuando corrí en Hawaii entendí que correr era lo más hermoso que podía hacer en esta vida. Cuando lo hago me estimula la mente y me ayuda a crecer como persona. Por suerte disfruté cada competencia. ¿El dolor? Tengo un método de superación que consiste en aceptar lo que te pasa. Hago este ejercicio: para mí el universo es movimiento y si yo estoy moviéndome, mi energía es la misma que está a mi alrededor. Entonces, si algo me duele lo tengo que solucionar. Voy a lo primero que se me viene a la cabeza en ese momento. Si es tristeza por una pelea con un amigo o un hermano intento solucionarlo porque el cuerpo también es un mapa de la vida. Entonces, si me duele la rodilla me concentro en algún problema porque sé que mi cuerpo está perfecto”, cuenta.