Una prueba para sacar conclusiones
La etapa de pretemporada sirve para que los entrenadores saquen sus conclusiones sobre lo que sus dirigidos van realizando de acuerdo con los trabajos que se efectúan en el campo, más allá de los resultados que se obtengan. Ayer por la mañana, el resultado fue más adverso en lo numérico que en el andar de todo Belgrano, porque perdió 3 a 1 con Newell’s.
La práctica desnudó varios desacoples defensivos más producto de errores individuales que colectivos, pero que en algunos casos se pagaron con gol y en otros con situaciones claras en contra.
La “B” volvió a mostrar que para generar juego, la pelota debe pasar por los pies de Ortiz y Suárez, porque de lo contrario es entretenida demasiado tiempo y en la mayoría de las veces con resoluciones desacertadas que terminan con balón dividido o perdido.
De atrás para adelante se puede decir que la mañana de los del fondo fue floja en todos sus componentes. Equivocaron el pase en la salida y perdieron varias veces en el uno contra uno (como en el primer gol de Newell’s).
En el medio, los carrileros tuvieron buenas y malas, pero no alcanzaron a ser desequilibrantes y en los metros finales nunca pudieron superar a la marca. Martínez no fue el “quitador” de los otros partidos y apareció poco. Tuvo un par de intervenciones buenas, pero sólo en cuanta gotas. En ese sector, Ortiz se mostró criterioso y volvió a ser quien maneja los tiempos del equipo. De a ratos se lo vio fastidioso ante la desacertada toma de decisión de sus compañeros que no lo eligieron para ser la salida. Después, hace las cosas casi siempre bien y con precisión a la hora del pase. En la misma sintonía se ubica un Suárez que entusiasma cuando se lo ve jugar, porque está rápido y ágil. Además, “Oreja” se hace conductor y es quien rompe el ritmo en la transición.
Finalmente en ofensiva lo de Attis fue flojo, se lo “comieron” los centrales y el ingreso de Figueroa le dio otra potencia y fue un socio que Suárez no había tenido, cumpliendo con lo que se esperó de él.
Ha sido un ensayo en medio de la pretemporada, de esos que sirven para corregir y para mostrar dónde se debe ajustar. Ahora deberá Méndez, quien se fue muy enojado con el árbitro por sus fallos, ponerse a ordenar lo que ve desordenado y potenciar lo que se empieza a mostrar aceitado.