Boca, el más feliz en San Juan
Oscar Benítez respondió con un gol a la confianza que le dio el DT de Boca, en el triunfo de ayer 1-0 contra River, en San Juan. En River, Scocco no pudo disimular la partida de Lucas Alario.
Era un superclásico amistoso en el que los “9” estarían bajo la lupa. En Boca Juniors, porque Guillermo Barros Schelotto debió recurrir en San Juan a uno “falso”, “Junior” Benítez, un extremo devenido ayer en referente de área, para disimular la ausencia de Darío Benedetto, convocado a la selección nacional que el jueves igualó contra Uruguay y el martes enfrentará a Venezuela, y del lesionado Walter Bau.
Y en River, porque Marcelo Gallardo debía esbozar, por primera vez, un equipo sin Lucas Alario, quien en el medio de una polémica en la que “el Muñeco” tampoco fue ajeno, decidió plantar bandera e inesperadamente marcharse a seguir su carrera en el Bayer Leverkusen de Alemania. Primero se quedó sin Sebastián Driussi y ahora es el turno del también exgoleador de Colón.
Uno y otro DT se jugaban una parada brava. Y en el contrapunto con los “9” que eligieron, Guillermo se llevó la mejor parte. Benítez le respondió con el gol que le dio el triunfo a los xeneizes, a los 24 minutos, ayudado por la lentitud en la marca de Barboza y el cuasi
blooper de Lux, a quien el remate cruzado del delantero nacido en Monte Grande se le escurrió por debajo del cuerpo.
“Junior” era un volante “carrilero” que se fue “metamorfoseando” en extremo y llegar a posición de gol no es su principal característica. Pero Guillermo fue el DT que lo bancó, le dio continuidad y pese a que sólo había marcado dos goles en Boca, le dio toda la confianza para que, en el Estadio Bicentenario, se animara a incursionar más cerca de área millonaria. Esto, claro, sin abandonar una de sus virtudes, que es el recorrido en distancias largas.
Así llegó su gol: fue muy bien habilitado por Gago, picó varios metros por la derecha apareado por Barboza y terminó definiendo como un “9”. Disfrazado de “9”, si se quiere, pero ganó la posición como un delantero de área avezado. Y eso que nunca había jugado 90 minutos en función continuada en ese puesto.
Fue todo un mérito de Guillermo por apostarle un pleno, pero también de Oscar por responderle, como lo hizo siempre desde que lo trajo a la Boca. Por eso, cuando terminó el partido en San Juan, lo elogió: “Lo habíamos visto en Lanús. Aguanta mucho, domina la pelota, te da tiempo... tuvo esa y me dejó satisfecho. Hacemos goleadores a los ‘9’”.
Es que para el superclásico el DT se enfrentaba a un rompecabezas, porque además de las ausencias de Benedetto y Bou, tampoco disponía de Cristian Pavón para arrancar (hematoma en el pie derecho) y debía improvisar poniendo a los costados de Oscar a Cristian Espinosa y Agustín Bouzat. Y vaya si la jugada le salió bien.
Efectos distintos
La apuesta del “Muñeco” Gallardo por Ignacio Scocco no tuvo el mismo efecto que la de Barros Schelotto por Benítez. La previa planteaba que no le resultaría sencillo reemplazar a Lucas Alario y fue así. Primero ensayó con De la Cruz y “Nacho”. No funcionó y terminó jugando con el colombiano Santos Borré y Carlos Auzqui. Lo más destacado de “Nacho” se vio en el primer tiempo, cuando intentó imponer su movilidad, aunque tirándose demasiado atrás para encontrar la pelota.
La más clara que tuvo fue a los 15 del complemento, cuando no pudo conectar bien un centro al segundo palo de Montiel. Fuera de eso, un “lujito” frente a Gago y nada más. Terminó siendo reemplazado por Auzqui, a nueve minutos del final del superclásico amistoso.
LA VICTORIA ES PARA EL HINCHA. MÁS ALLÁ DE QUE FUE UN CLÁSICO, LO IMPORTANTE ES EL CAMPEONATO. Guillermo Barros Schelotto DT de Boca Juniors NECESITAMOS RESPUESTAS INMEDIATAS EN CUANTO AL NIVEL DE NUESTRO JUEGO. Marcelo Gallardo Entrenador de River Plate