“No jugamos bien”
Sin vueltas, Kudelka fue autocrítico con su Talleres, que ayer perdió 2-1 frente a Godoy Cruz en Mendoza. La “T” estuvo lejos de su mejor versión.
L as tribuneadas. Ese drama de nuestro fútbol. Jugadores que recién llegan a un club, que no conocen ni la identidad de sus hinchas y que se besan el escudo locamente después de un gol. Y los hinchas... que valoran las tribuneadas si los resultados se dan. Pasó en Córdoba este fin de semana y pasa en todos lados. En Mendoza, por ejemplo.
Ayer por la tarde, el tema entre los hinchas de Talleres (y los no hinchas de Talleres) fue la foto que se viralizó en los grupos de WhatsApp (el nuevo termómetro de nuestras sociedades). Javier Correa, ex-Instituto, se sacó una selfie con “el Morro” García, el delantero que le marcó el 2-1 a Talleres en Mendoza, en la última jugada del partido.
El atacante uruguayo hizo el gesto pirata, que fue directo a parar a la galería de memes con los que los hinchas de Belgrano y de Talleres se gastan y se aturden en WhatsApp y en cuanta red social permita incrustar imágenes.
La tribuneada del “Morro” esta vez “sirvió” a los de Belgrano. Lo raro es que en Belgrano olvidaron la anterior tribuneada del “Morro”. En enero, el uruguayo estaba a punto de firmar con Talleres y estuvo con Godoy Cruz en el Gigante de Alberdi.
Ese día, el Tomba se impuso ante el conjunto que conducía técnicamente Leonardo Madelón. A la salida del vestuario, “el Morro” tiró que estaba contento de haber “arruinado la fiesta” de Belgrano, que mostraba su nueva remera y que además les permitía a sus hinchas reingresar al escenario que este sábado fue reinaugurado oficialmente con el 1-0 de la “B” sobre San Martín de San Juan.
Aquella vez, los que insultaban a García eran los de Belgrano. Ayer, fue al revés. Consecuencias de las tribuneadas y de lo irresponsablemente que declaran algunos jugadores.
Tal el caso de Javier Correa, el que disparó la foto del “Morro” y agitó las aguas del domingo. A la salida del partido metió una frase polémica e innecesaria. “Que Talleres haga ahora 700 kilómetros con el gol del ‘Negro’ adentro”, tiró antes de justificarse: “Lo disfruto el doble porque venían (por Talleres) a remarcar el triunfo que tuvieron como si nosotros no jugáramos”.
Que los futbolistas sean hinchas no es pecado, que sean tribuneros y que no midan lo que dicen los pone en riesgo en un mundo fútbol irascible e intolerante, capaz de despertar las pasiones más extremas, algunas violentas.