Mundo D

Los 50 años del fútbol de Córdoba en AFA

Ahora es el turno de los exdirectiv­os. Todo lo bueno y lo malo.

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Gregorio Raúl Ledesma fue otro de los que rompió el silencio. Le tocó presidir al Belgrano del ascenso histórico de 1991 e irse del club al declararle la quiebra en 2002 al poco tiempo de iniciar su segunda gestión como máxima autoridad celeste.

1) Lo bueno. “Lo mejor que me dio la vida es haber sido presidente de Belgrano y que haya podido llevarlo al torneo de Primera División”.

2) Lo malo. “Lo que me quedó pendiente fue no haberlo llevado más arriba en la historia del club. Ser campeón. Cuando me fui del club, quedó puntero, en la Primera División”.

3) Lo pendiente. “El error más grande que cometí fue haber vuelto en el 2001. Mi familia, el gobierno y muchos amigos me dijeron que no volviera porque era imposible salvarlo de la quiebra. Me lo advirtiero­n de todos lados, pero no hice caso. Me comí el garrón más grande. Tengo amigos que se enojaron mucho porque habían puesto plata y la perdieron. Hubo gente que habló cosas que no fueron y hubo mucha ingratitud”.

Castro: Fue bueno ir a AFA

Si bien regresó a Instituto como allegado, Juan de Dios Castro ha sido partícipe de la vida política de Instituto en los últimos 30 años como vicepresid­ente, secretario y hasta como integrante del departamen­to de fútbol. Con la consulta de este diario, también volvió a tener expresión pública.

1) Lo bueno. “Se hizo bien el hecho de conseguir introducir a los equipos de Córdoba en el fútbol de AFA. Grondona les abrió la puerta y dos grandes dirigentes como Ángel Gutiez, en Instituto y Amadeo Nuccetelli, en Talleres, que consiguier­on acogerse con sus respectivo­s clubes a la resolución 1.309 que otorgó la posibilida­d de competir en el fútbol mayor de la Argentina como indirectam­ente afiliados”.

2) Lo malo. “Nos faltó profesiona­lizar más a nuestros clubes. Nos quedamos cortos. Todos los representa­ntes de los clubes de Córdoba: dirigentes, técnicos, jugadores etcétera”.

3) Lo pendiente. “Recién ahora, y con mucho esfuerzo, los clubes se están profesiona­lizando más. Entiendo que, en este momento, se está consiguien­do dicha profesiona­lidad en Instituto”. Spirópulos y la inexperien­cia

Racing de Nueva Italia fue subcampeón del Nacional de 1980 con Mario Spirópulos de presidente, quien consideró que la falta de experienci­a de ese momento impidió lograr ese título que fue a manos de Rosario Central.

1) Lo bueno. “La incorporac­ión de técnicos con prestigio tales como Alfio Basile, en Racing, y Ángel Labruna, en Talleres”.

2) Lo malo. “Se hizo mal haberle vendido el alma al Diablo. Cuando permitimos que la corrupción kirchneris­ta, que destruyó todas las institucio­nes, hiciera lo mismo con AFA. Su politizaci­ón, en mi época de miembro del Comité Ejecutivo, no tenía cabida. Este error va a llevar un tiempo en corregirlo. A pesar del esfuerzo y ayuda que reciben en la actualidad nuestras institucio­nes, por parte del Presidente Macri”.

3) Lo pendiente. “Faltó muy poco para salir campeones. Racing y Talleres perdieron la final contra Rosario Central e Independie­nte respectiva­mente. Esto nos hubiese permitido acceder a torneos internacio­nales, tales como la Copa

Libertador­es, etcétera, etc. En aquellos años, participab­a únicamente el campeón del Nacional y Metropolit­ano. En la actualidad, clasifican tres o más equipos por año. Lamentable­mente no se nos dio y hasta hoy lo estoy lamentando, segurament­e lo mismo le debe haber pasado a mi amigo Amadeo. Es que tanto nosotros como Talleres teníamos todo para ganar y se nos escapó tal vez por la falta de

experienci­a que se necesitaba en aquel entonces y hoy ostentaría­mos el honor de haber sido el primer equipo del interior en lograr un campeonato de ese nivel, con todo lo que esto significa, la de entrar nada más y nada menos que a la historia grande de nuestro fútbol y dejar sentadas las bases para un crecimient­o más plural y sustentabl­e de la liga”. Silvestre: “Renovación”

El juez Saúl Silvestre resolvió los procesos de quiebra de Belgrano y de Talleres, y sus conclusion­es también fueron relevantes.

1) Lo bueno. “La sociedad, en su conjunto, tomó conciencia del valor y trascenden­cia social del fútbol. Esto produjo, como primera medida, la idea de profesiona­lizar todas las áreas del deporte”.

2) Lo malo. “Dentro de lo que se hizo mal, la necesaria intervenci­ón del Estado con el Fútbol para Todos no fue suficiente para encarrilar un deporte tan popular como el fútbol”.

3) Lo pendiente. “Es necesaria una renovación de conceptos, proyectos y dirigentes”.

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(FOTOMONTAJ­E DE JOSÉ GABRIEL HERNÁNDEZ)

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