Para la historia
Hamilton se coronó ayer y se convirtió en el inglés más exitoso de la F1. Con cuatro títulos, quedó a uno de Fangio.
Con el noveno puesto logrado ayer en el Gran Premio de México, a Lewis Carl Davidson Hamilton, 32 años, le alcanzó para festejar su cuarto título en la Fórmula Uno, el primer piloto británico en lograrlo y se integró al terceto que integra junto a Alain Prost y Sebastian Vettel, su vencido de ayer.
Llamado Lewis por su padre, en homenaje al atleta Carl Lewis, nació en Stenenage, Reino Unido, el 7 de enero de 1985, en un hogar humilde donde su padre era jubilado del ferrocarril. Desde niño se destacó en los deportes, jugando al fútbol como volante y luego, su mejor producción fue en los deportes mecánicos, comenzando a los 8 años en el karting, donde comenzó a destacarse, ganando carreras contra rivales de mayor edad. A los 10, conoció a Ron Dennis, por entonces patrón de McLaren y le dijo que pronto lo buscaría para integrarse a su equipo de F1...
Tras ser campeón de karting, de Fórmula Renault, Fórmula Tres Europea y GP2 Series tuvo los méritos necesarios para llegar a McLaren, escuadra con la que se convertiría en el piloto más joven de la historia en ganar un cetro de F1, en 2008, con 23 años, nueve meses y 26 días. Había debutado un año antes en Australia.
Un excéntrico exitoso
Lewis es un piloto que puede batir todos los récord de la historia de la máxima categoría y también un excéntrico en su modo de vida. Capaz de tener un tigre a su lado, pasar largas noches de boliche, ausentarse por un tiempo en una isla del Caribe o llevar su perro, único con acreditación en la F1.
Pero a la hora de sentarse sobre el Mercedes, marca a la que llevó a la victoria en 40 ocasiones en los últimos cuatro años (2014/2017), ha mostrado su talento natural de piloto veloz, superando a Michael Schumacher, quien entre 2001/2004, logró 39 triunfos. Detenta 72 poles position, 46 de ellas con Mercedes, igualando lo hecho por Ayrton Senna con McLaren. Lleva 12 pole en un año (2016), que se constituye en un récord. Su campaña también se apoya en 116 podios y 23 carreras consecutivas en los puntos entre 2016/2017.
Lleva contabilizadas 62 victorias en la F1, tras 206 presentaciones, nueve de ellas sólo este año. Con sus cuatro cetros, se ha convertido en el británico más exitoso de la historia superando a Jackie Stewart (3), Jim Clark (2), Graham Hill(2), Mike Hawthorn (1), John Surtees (1), James Hunt (1), Nigel Mansell (1), Damon Hill (1) y Jenson Button (1). Sólo lo superan Michael Schumacher (7) entre 1994/2004 y el argentino Juan Manuel Fangio (1951/1957). Hamilton se coronó en 2008 (McLaren) y 2014/2015/2017 con Mercedes.
VOY A DISFRUTARLO Y A CELEBRARLO CON GENTE QUE AMO. CUATRO ES UN NÚMERO GRANDE, PERO VOY POR EL QUINTO.
Un hijo de la F1
Hamilton fue campeón por cuarta vez y si bien está en la cumbre de su carrera deportiva, sus aspiraciones parecen tener límite en lo mediato. Ya avisó que no le gustaría correr ni en Indianápolis, ni en Le Mans, ni tampoco en el automovilismo estadounidense o la Fórmula Eléctrica. Lo suyo es la F1 y no sabe cuándo dirá adiós, pero quizá no falte mucho tiempo, porque la F1, exige trabajo contínuo en pista, ensayos, darse con los sponsors, asistir a exigencias del equipo y Hamilton, tiene un espíritu libre que contrasta con estos requerimientos y se siente más cómodo en su entorno íntimo. El año pasado, Nico Rosberg, supo sacarlo de las casillas, aprovechar sus bajones y le ganó un título que parecía imposible antes de retirarse. Hamilton, tiene sus vaivenes emocionales y a veces hay que explotarlos.
Este año Sebastian Vettel y Ferrari aparecían dispuestos a complicarlo en sus intenciones de campeonato, pero por problemas internos en Maranello y de proveedores, una bujía en mal estado lo privó de luchar por un triunfo cuando más lo necesitaba, le terminaron entregando el cetro a un Hamilton, que hoy por hoy es uno de los mejores del mundo. Hasta dónde llegarán sus récords, sólo él y Mercedes, lo saben.