Los chicos de la “T” vienen pisando fuerte
La cuarta venció a Newell’s, cosechó su noveno triunfo al hilo, salió campeón en AFA y jugará la Libertadores Sub 20.
“Gracias a ustedes, a los jugadores, a los cuerpos técnicos, a los auxiliares y a la directiva. Esto recién comienza...”. Las palabras de Carlos Ranalli, coordinador general de las divisiones inferiores de Talleres, fueron elocuentes frente al grupo de futbolistas y de colaboradores que consiguió algo histórico para la “T”. En la mañana de ayer, la cuarta categoría albiazul salió campeona del torneo que organiza la AFA y logró, como yapa, clasificar a la Copa Libertadores Sub 20 que se disputará en enero o febrero de 2018, en lugar por designar.
Este año quedará en la historia del club de barrio Jardín porque al título que se consiguió a mitad de año con la Reserva afista, ayer se coronó con la cuarta división de la AFA. El primero en la historia de la “T” en inferiores. Además, será el único representante de Argentina en la Libertadores Sub 20 y el primero que lo hace del interior del país. Antes, sólo habían jugado Boca, River y Lanús.
“Hace dos años jugábamos en el Federal A y trabajábamos con las mismas condiciones que ahora.
Hay que valorar esto e ir por más”, agregó Carlos Merino, directivo de Talleres, quien también participó del tradicional brindis de los campeones en la Sede Integral de La Voz.
“Gracias por todo, muchachos”, dijo un emocionado Egidio Acuña, DT de la cuarta. Y Walter Lema, el entrenador hasta mitad de año de la cuarta, agregó: “Esto lo planificamos allá por enero. Era nuestro objetivo y lo logramos”.
El partido
En la cancha, la consagración para los chicos albiazules fue inolvidable. Talleres le ganó 3 a 1 a Newell’s, que no vino a ser un simple partenaire.
Pero la “T” pegó en los momentos justos y a favor de sus mejores individualidades y estructura de equipo. Primero, el goleador Catriel Sánchez, sobre el final del primer tiempo, y ya en el segundo tiempo Gabriel Espíndola (25m), con un golazo, y Adrián Argüello (35m), hicieron explotar a la numerosa concurrencia que se dio cita en la tribuna de la cancha principal del predio Amadeo Nuccetelli, en una mañana entre nublada y soleada, que se llenó de luz cuando el árbitro Hugo Artung pitó el final del partido y los festejos de los chicos, con vuelta olímpica incluida, se adueñaron de todo.