Instituto ganó y está en reducido
Con limitaciones, la Gloria ganó un partido clave. Fue 2-0 en la noche de Facundo Castelli, que entró y marcó los dos goles. Tres puntos de oro.
Aprendan la lección de una vez, viejos y queridos hinchas de Instituto. La Gloria nunca, jamás, va a ganar un partido con tranquilidad, sin suspenso, dejándolos en la tribuna calmos, serenos, disfrutando el espectáculo.
No. Instituto será siempre esto, más en esta temporada donde escasea ese bien llamado “fútbol”. Instituto te quitará años, te hará sufrir. Pero, allá en el final de la película, te hará feliz. Y te va a obligar a seguir viniendo siempre.
Anoche, en un partido malo, muy pobre, pudo ganarle sin sobrarle nada 2-0 a Estudiantes de San Luis por la fecha 17 de la B Nacional y respira. Son otros tres puntos de oro, ante otro rival directo. ¡Y metió tres triunfos seguidos! Algo impensado tiempo atrás.
No, no se ilusione con el reducido. Porque lo primordial, será salvarse del descenso. Y sí, está dicho que con Instituto va a sufrir.
Apareció “el Facha”
El primer tiempo fue una trompada para las expectativas que tenían los hinchas después de lo que generan dos triunfos en fila.
Porque el hincha más allá del rendimiento general, que se sabe es pobre, pensó que quizá algo podía cambiar luego de ese gol agónico ante Los Andes y el triunfo 3-2 ante Riestra, de visitante.
Pero la realidad de Instituto es más profunda y la pueden reconocer quienes siguen la campaña del equipo que ahora conduce Franco y antes armó Gómez. A este modelo 2017-18 le cuesta y mucho.
Está claro: en situaciones de urgencia hay que ir a lo simple y organizar desde lo más básico a un equipo con serias limitaciones. Por eso, repitió el mismo 11 titular del partido anterior y se decidió por este sistema flexible 5-2-3.
Aún así, todo le sigue costando demasiado. Ante Estudiantes pudo irse perdiendo en ese primer tiempo flojísimo. Es más, si no fuera porque Lucas Hoyos viene en levantada y ganó seguridad, todo hubiera sido aún más complicado.
El equipo apenas es un rezo de que la pelota llegue a los pies de Javier Mendoza y que el “10” resuelva todo. O soñar con una pelota parada que salve las papas.
Para el complemento, Franco sacó a un Tévez de pobrísima noche y lo puso a Facundo Castelli.
Y en la primera pelota que tocó, “el Facha” se pudo sacar toda la bronca de encima empujándola al gol, tras centro de Endrizzi. Esa fue la primera llegada neta del local y encontraba el gol, todo un síntoma de sus problemas. Pero con eso, por ahora, alcanzaba.
Ni hablar cuando Castelli, de rebote, metió el 2-0 tras un centro de Mendoza. Esa carambola le daba dos goles en dos llegadas a la formación de Franco.
De ahí en más fue apretar los dientes, rezarle a Hoyos y esperar el ansiado final. Aprendan la lección, señores hinchas de Instituto. Esto es la Gloria: sufrir para gozar.