Fútbol y memoria en La Perla
Viejas glorias del fútbol, incluido Miguel Oviedo, excampeón, jugaron un partido informal en La Perla.
“Que algunos nos identifiquen con un proceso del que no fuimos parte, no me molesta. Duermo tranquilo. Me molestaría si yo o alguno de mis compañeros hubiésemos tenido algún vínculo con los militares”. Miguel Oviedo, integrante de Talleres y del seleccionado que ganó el Mundial ’78 durante pleno ejercicio de la última dictadura, fue invitado especialmente por el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la provincia, a participar de un informal partido de fútbol en un lugar emblemático de los años de plomo: el predio de La Perla, uno de los más atroces centros de detención clandestina de personas.
La iniciativa, liderada por Luis Angulo, titular del ministerio, se realizó en el marco de la semana de la memoria por el golpe de 1976, y contó con la adhesión de viejas glorias del fútbol local, como Juan Carlos Heredia, exjugador de Belgrano y del Barcelona de España, quien sacó a la luz un recuerdo ingrato de aquellos años: la de su renuncia a jugar el Mundial ’78 con la camiseta de España.
“Unos seis meses antes del Mundial –contó Heredia–, me había hablado Ladislao Kubala (DT de España en 1978) para convocarme como uno de sus delanteros. Era lo máximo para mi carrera. Tomé el teléfono y llamé a casa para darles la noticia. Me atendió mi vieja y antes de que pudiera contarle la novedad, me contó que los militares habían allanado la casa y casi se llevan a mi viejo por error. Cuando les conté que me habían pedido para jugar por España, se alegraron, pero al saber de eso, de cómo se vivía en el país, decidí no jugar. Me perdí el sueño de mi vida”, reconoció “la Milonguita”.
En un clima informal, casi una reunión de amigos de la que también tomó parte Medardo Ligorria como máxima autoridad del deporte cordobés junto a Oscar Dertycia y Emiliano Fessia, director del Espacio de la Memoria La Perla, las anécdotas se sucedieron desafiando el filtro con que el tiempo suele corroer a la memoria.
Héctor Kunzmann, uno de los tres sobrevivientes de ese campo de terror (también estuvieron Andrés Remondegui y Jorge Ríos), contó su experiencia en el lugar, cuando, según él, no tuvo “la suerte” de Heredia de negarse a jugar un partido de fútbol.
“Creo que fue el 25 de mayo de 1978. Nos organizaron un partido contra los gendarmes que nos vigilaban. Fue algo incómodo, pero una vez en cancha –un descampado lleno de piedras y sin arcos– les ganamos. Esperábamos represalias por eso, pero los que la ligaron fueron los vencidos, porque sus superiores les reprocharon haber sido vencidos por unos subversivos muertos de hambre y los ‘bailaron’ por ello”, dijo Kunzmann, montonero que estuvo detenido en La Perla del 9 de diciembre de 1976 y el 1 de noviembre del ’78.
“Valoro escuchar estos testimonios para que se sepa lo que fue el terrorismo de estado en este país”, se sinceró Angulo, mientras Ligorria destacó la voluntad de varios de ellos que “doblados por los años, están firmes para ratificar su compromiso con la memoria”.
Hay episodios y acontecimientos que difícilmente la memoria pueda olvidar. La última dictadura militar, con toda su enorme carga de terror, es sin duda uno de ellos. Pero nunca estará de más una dosis extra que la refuerce.