La casa sigue en orden
Belgrano empató 2-2 con Racing y mantiene el invicto de local, aunque continúa sin ganar en casa en lo que va de 2018.
F inalmente, Belgrano pudo sumar ante Racing un punto más para su objetivo y lo hizo con justicia, apostando más al temperamento que al buen juego. Por eso el 2 a 2 final se ajustó a pleno a lo que ambos hicieron en el campo, porque la “B” pudo haberse quedado con todo en la misma proporción que casi se queda sin nada.
Alberdi es una fortaleza que sigue invicta, que se sostiene a fuerza de mucha garra de los de adentro y del grito pelado de los de afuera, esos que no tienen feriados ni “findes” XXL, sino un amor incondicional que los hace decir presente siempre.
Convivir con el error es el presente de los celestes. Es el dolor de no ser lo que se era y muchas veces paga en arco propio lo que se le permite a los rivales hacer. Eso de no estar a pleno “de la cabeza” cuando un partido lo exige lo ha padecido ante Vélez, Patronato y anoche ante Racing, por eso, cuando, a los 27 Sequeira metió la pelota entre Musso y el caño, la fiesta que se quiso encender en el estadio, se aplacó un minuto después, porque en la jugada siguiente Centurión quedó cara a cara con Acosta y rebote mediante puso el 1 a 1, mientras todos los del fondo local “durmieron”.
Para llegar al objetivo que se propusieron los dirigentes, los jugadores y el cuerpo técnico, faltan nueve puntos, pero cada vez se le pone más lejos por el andar del equipo, que se distrae con facilidad, se duerme cuando debe estar despierto y deja lo que tanto le cuesta para que a los otros les resulte más sencillo conseguirlo.
A lo Belgrano
En medio de ese panorama de errores y desaciertos, Racing pudo sentenciar el partido, pero allí afloró en el equipo de Lavallén algo que no se trabaja en la semana, pero que se lleva en el alma y así el equipo empezó a jugar “a lo Belgrano”, metió en todos los costados y en cada rincón. Mordió en el medio, adelante, atrás y lo asfixió a su adversario que se sintió incómodo y retrocedió en el campo.
Cuando Racing se relamía por el 2 a 1 a su favor producto de dos distracciones ajenas y capitalización plena suya, todo lo que la gente le pide a los de corto se puso en cancha. Empezó a empujar el local y llegó al 2 a 2 con un preciso tiro libre de Benítez.
Yendo al frente
A veces el equipo muestra fisuras por todas partes, comete errores por apuro, por desorden y por deficiencia técnica individual, pero esta vez cuando se vio en desventaja fue al frente con lo que tuvo a mano. Primero, con la fuerza; y después, con la contra. Llegó al empate y estuvo siempre más cerca que su adversario de conseguir el triunfo.
Este Racing que llegó con lo mejor que tiene y que, de a ratos mostró sus pergaminos, nunca hizo méritos para llevarse todo de Alberdi, por eso Belgrano se quedó con su merecido premio de sumar de local, de mantener el invicto desde la vuelta a Alberdi y de quedar un punto más cerca del objetivo.
En estos tiempos de cosecha pobre, el conjunto cordobés logró un merecido empate, algo como para afrontar el sexteto de partidos que queda con la idea fija de alcanzar lo que se propuso.
Belgrano se fue a disfrutar de la Pascua sabiendo que está un pasito más cerca, que no le será sencillo, pero que puede alcanzarlo si mejora en el juego, se distrae menos y sigue poniendo como lo hizo anoche. La casa sigue en orden y mantiene el invicto.