El proyecto más allá del entrenador
Boca Juniors está viviendo un extraño presente. Lleva más de 500 días como líder de la Primera División del fútbol argentino y, sin embargo, su entrenador, Guillermo Barros Schelotto, es uno de los más cuestionados por sus propios hinchas. El bofetazo que le propinó Palmeiras el miércoles pasado lo dejó al borde de la eliminación de la Copa Libertadores e hizo que salgan más a la luz los cuestionamientos hacia el DT.
Y si Barros Schelotto es cuestionado, ¿qué le queda para el resto de los entrenadores de Primera División? Hay 27 equipos por debajo de Boca que no lograron lo que hizo el Xeneize. Por algo está puntero y por ahora va camino al bicampeonato. Algo que no sucede en el fútbol argentino desde los años 2005 y 2006... y fue Boca el último bicampeón. Está muy cerca de repetir ese logro el equipo del cuestionado Guillermo Barros Schelotto.
Es cierto que este Boca es uno de los equipos con mayor presupuesto de la Superliga. Se reforzó gastando millones de dólares, inalcanzable para el resto de sus competidores (salvo River, Independiente, Racing y San Lorenzo, que pueden “pelear” por refuerzos similares). Sin embargo, no fueron suficientes para que transite con tranquilidad el Mellizo.
Viene de ser campeón del fútbol argentino, pero haber perdido contra River en la Supercopa Argentina y estar muy cerca de quedar afuera de la Libertadores hacen olvidar cualquier idolatría que tuvo como futbolista. Es más, si Boca logra seguir en la Copa y sale campeón de nuevo en la Superliga, muchos hinchas ruegan para que Daniel Angelici cambie de entrenador. Hasta ese punto se llegó.
¿Y en Córdoba, cómo estamos? No es seguro que Frank Darío Kudelka, en Talleres, y Pablo Lavallén, en Belgrano, sigan en sus cargos cuando termine esta Superliga. ¿Por malos resultados? No. Ambos entrenadores han realizado grandes campañas en sus clubes y están muy cerca de cumplir con los objetivos planteados. Sin embargo, otras cuestiones podrían alejar a estos dos DT. No por los resultados. El desgaste de un largo ciclo, la duración de un contrato, las diferencias entre directiva y entrenador a la hora de reforzar, decidir y gestionar un grupo son cuestiones que mellan una relación profesional.
La cuestión es empezar de nuevo. Casi de cero. Y ahí seguramente se pierde. Porque cualquier entrenador nuevo se tiene que adaptar a esta plaza. A lo que pretende la directiva, a lo que piensa el hincha y el armado de nuevo de la relación futbolista entrenador. En ese sentido, el proyecto vuelve a comenzar con todo lo que eso significa.
Ojalá que Kudelka y Lavallén sigan en sus cargos. Pero es poco probable que eso suceda.