Mundo D

El destino dijo que no...

Malcom Braida tuvo en sus pies el gol de la clasificac­ión, en la última ante Sarmiento. Estaba solo, pero la estrelló en el travesaño. La Gloria estuvo a un paso de la semifinal.

- Enviado especial a Junín Agustín Caretó acareto@lavozdelin­terior.com.ar

La van a pasar mil veces por televisión, pero la pelota no va a entrar nunca. Como si fuera un capricho del destino, la “bocha” se va a empecinar en no ingresar. Moría el partido en Junín con un 0 a 0 que clasificab­a a Sarmiento a las semifinale­s del Reducido y Malcom Braida no tenía más que empujarla para desatar un carnaval en Alta Córdoba.

Pero el destino presentaba otros planes para Instituto. Los mismos que viene teniendo desde hace varios años. La suerte no estuvo del lado de la Gloria, la pelota pegó en el travesaño, picó y luego la reventaron lejos del arco de Fernando Pellegrino. Así se fue la última esperanza albirroja de la tarde. Y los ojos se le llenaron de lágrimas al pibe surgido de La Agustina. Y aunque segurament­e el delantero no pudo pegar un ojo anoche, fueron una vez más los chicos surgidos de las inferiores los que dieron esta temporada la cara en los momentos más duros.

A la carga Barracas

En el primer tiempo quedó la sensación que Instituto la sacó barata. El equipo casi no pateó al arco rival y de no ser por Lucas Hoyos pudo irse abajo al entretiemp­o. Palabras más, palabras menos, fue más de lo mismo de lo que se vio a lo largo del torneo. Klimowicz nunca se sintió cómo jugando de “9” y Mendoza estuvo demasiado pegado a la banda. Fue así que en esos 45 minutos la Gloria no pudo ni supo cómo generar algo de peligro.

Pero todo lo que le faltó de fútbol el equipo lo suplió con corazón. En el complement­o la Gloria comenzó a hacer pie y el DT apostó por Braida y Bailone. Dispuesto a matar o morir.

Sarmiento empezó a retroceder metros, le cedió la pelota a Instituto y apostó todo a cuidar su ventaja para poder liquidarlo en una contra. Pero el gol se le negó a los juninses en dos o tres chances claras.

Con uno menos por expulsión de Aguirre, el equipo de Franco fue a todo o nada hasta el final. Y la más clara llegó a los 45 del segundo tiempo: vino un centro de Castelli desde la derecha para que Braida la empuje y ponga a Instituto en semifinale­s. Malcom, solo, la agarró de lleno y reventó la pelota contra el travesaño. Nadie en Junín podía creer lo que había pasado.

Antes lo había tenido Castelli primero y Mendoza después, pero el “10” no vio que entraba solo Klimowicz y pateó un “tirito” a las manos de Pellegrino.

Así se apagaron las esperanzas de Instituto para subir. Y aunque duela la eliminació­n, a nadie puede sorprender­le el final de la historia: con el corazón, a veces no alcanza. También se necesita un poco más de fútbol.

 ?? (LA VOZ) ?? Una jugada polémica. En Instituto pidieron penal en el primer tiempo, en esta jugada de Castelli. El Albirrojo tuvo sus oportunida­des.
(LA VOZ) Una jugada polémica. En Instituto pidieron penal en el primer tiempo, en esta jugada de Castelli. El Albirrojo tuvo sus oportunida­des.
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