Cavani, el delantero de los mates y los goles
El uruguayo será una de las cartas fuertes de su selección en el Mundial. Pero hay mucho más que fútbol en su vida.
Considerando el apego de los orientales a los nombres poco convencionales, quien lee atentamente cómo fue bautizado está autorizado a pensar que no podría ser otra cosa que uruguayo. Pero Edinson Cavani agrega más elementos genéticos que lo definen ante el mundo como charrúa, ya que su ADN revela pasión por el mate, por el fútbol y por la legendaria celeste. A esta casaca se la calzó cuando era Sub 20 y, después, la defendió en tres ediciones de la Copa América, en los mundiales de Sudáfrica y de Brasil, y la volverá a lucir dentro de poco en Rusia. A tal punto es su apego por la legendaria casaca celeste, con la que suma 100 partidos, que afirmó que cuando no lo convoquen más dejará el fútbol: “No poder jugar en tu selección y seguir haciéndolo en otro equipo no es algo completo”.
Cavani es considerado uno de los goleadores de área más temible del fútbol mundial, y lo demuestra con un dato contundente: es el goleador histórico de Paris Saint Germain, ya que superó meses atrás a Zlatan Ibrahimovic al marcar su gol número 157, frente a Montpellier.
Por estos días, ya llegó a 170 conquistas con la casaca de los parisinos y promete muchos más si es que sigue en el equipo francés, donde los roces con Neymar fueron indisimulables desde la llegada del brasileño. Pero es que, más allá de las cuestiones de vestuarios, Milan y Juventus lo pretenderían, y tanto uno como otro estarían dispuestos a afrontar una cotización superior a los 80 millones de euros por sus goles, a pesar de sus 31 años.
Pero en este momento su cabeza está puesta en Rusia. Junto con Luis Suárez, conforma una dupla temible en la selección oriental ahora asistida por un medio campo aggiornado y con fútbol. Su desempeño en Rusia genera expectativas en los aficionados, en general, y en los uruguayos, en particular, que nunca olvidan que son bicampeones del mundo. “El Matador” y “El Pistolero” vienen jugando juntos desde el Mundial Sub 20 de Canadá de 2007, tienen la misma edad y entre los dos acumulan hasta el momento 813 goles (388 Cavani y 425 Suárez).
Pero para llegar a este presente pleno en lo futbolístico, hubo un comienzo con una fuerte influencia en el seno de su familia. Su padre Luis Cavani fue jugador y su medio hermano, por parte de madre, Walter Guglielmone, fue delantero con amplia trayectoria en el fútbol uruguayo y el exterior.
Hizo las inferiores en Danubio y debutó en primera en 2006, pero su partida hacia Europa fue rápida: lo habían observado en el Sub 20 y, una vez finalizado, fue contratado por Palermo. Su destino posterior fue Napoli, donde consolidó su imagen de goleador ya que logró los 100 goles en el Calcio, después de hacer 104 en Napoli y terminar como capocannoniere en 2013. Ese año pasó al PSG, club que aceptó pagar los 63 millones de euros que pedían los napolitanos.
Su exitosa carrera no le evitó frustraciones deportivas, especialmente lo ocurrido contra Barcelona, aquel reciente 6-1 en Camp Nou por la Champions League. Días después de la tremenda derrota se cuenta que escribió la palabra “humildad” y lo hizo en el pizarrón del vestuario de su multimillonario club, el mismo que había pagado 222 millones de euros por Neymar y otros 180 millones por Mbappé, inversión sideral que no lo puso a salvo de un desastre deportivo. “El Matador” seguramente quiso expresar que la soberbia del dinero expuesto en grandes cantidades no valió de nada. “La humildad es necesaria también en el deporte. Con ella no hay riesgo de perderse”, explicó.
Lo dice un tipo de rostro impasible en la cancha, implacable frente al arco, mesurado y reservado en su vida privada. Y dueño de una sensibilidad que lo llevó a involucrarse y ser el rostro promocional de una campaña de vacunación de la Organización Panamericana de la Salud, para concientizar sobre el poder de las vacunas para salvar vidas. Queda claro que Cavani no se acuerda de esta parte del mundo sólo para la Copa América.