Los senderos de Fassi y de Kudelka seguramente volverán a cruzarse
Con el anuncio formal de su partida de Talleres, el nombre de Frank Darío Kudelka quedó ayer anotado en la galería de los técnicos más destacados de la rica historia futbolística del club. Sin dudas, a la misma altura de Ángel Labruna, Roberto Saporiti y Ricardo Gareca, pero aún con más méritos, porque tras su exitosa campaña de tres años y medio en la “T”, que incluye dos ascensos y una clasificación a la Copa Libertadores, los supera en el número de partidos ganados.
Cuando concluyó la emotiva conferencia de prensa de despedida que brindó junto al presidente de la institución, Andrés Fassi, quedó flotando en todos la sensación de que se estaba yendo, pero sin irse. Que el ciclo se terminaba, pero sin concluir aún.
Hasta el mismo momento de iniciado el encuentro con los periodistas, miles de hinchas que la seguían a través de la TV, las radios y de las redes sociales, alimentaban la ilusión de que un repentino cambio de opinión le hiciera torcer su decisión.
No sucedió porque fue una determinación que vino madurando desde hace mucho tiempo y que no dependía de si el equipo clasificaba a la Copa Libertadores.
La gente, a la que le dedicó una de sus frases más sentidas cuando se olvidó de las formas que tanto respeta, se quebró y rompió en lágrimas, quería que dirigiera a la “T” en su regreso a jugar una copa internacional.
“El campeonato más importante que gané con Talleres es ver a su gente feliz. Me tiñeron el corazón de azul y blanco ”, dijo, refrendando lo que había declarado un tiempo atrás: “Mi continuidad no depende de clasificar a una copa”.
Antes, había dejado otra frase que lo pinta de cuerpo entero: “Siento que es momento de dar un paso al costado. Es el mejor ejemplo que puedo dar de que nadie es imprescindible. Nadie está por encima de Talleres.”
Los reales motivos por los que se va sólo los conocen acabadamente Fassi y él. Cada hincha y socio tiene la suya, y probablemente todas confluyan en un mismo combo, pero lo cierto es que hace rato había aroma a ciclo terminado.
Las “deudas chicas” que hayan quedado entre ellos no podrán eclipsar una relación que excedió lo deportivo y se consolidó en sincera amistad. Comparten los mismos principios, el modo de entender la vida y las relaciones humanas. Vínculos así no se cortan con el fin de un contrato. Los senderos de Fassi y Kudelka, seguramente, volverán a cruzarse.
COMPARTEN LOS MISMOS PRINCIPIOS Y EL MODO DE ENTENDER LA VIDA. VÍNCULOS ASÍ NO SE CORTAN CON EL FIN DE UN CONTRATO.