Timo Werner, de odiado a esperanza
El punta alemán es un fija en el equipo de Low para Rusia, pero no era muy querido por los hinchas. Las razones.
Todos en Alemania conocen a Timo Werner. Con 22 años, es el jugador más joven en disputar 150 partidos en la Bundesliga. “Súper Timo” ya se ganó un lugar en la selección de su país y desplazó, por ejemplo, a Mario Gotze.
Su principal virtud es la velocidad. Los números fríos dicen que recorre 100 metros en 11 segundos. Pero, además, en el RB Leipzig se caracteriza por su gran capacidad de gol. En dos temporadas con esa camiseta, lleva 40 goles en 78 partidos, sin ser centro delantero. Joachim Low, entrenador del seleccio- nado teutón, está enamorado de su juego y por eso lo lleva a Rusia como el reemplazante del histórico Miroslav Klose.
Pero este despegar de Werner, que lo catapultó a la elite europea y que le permite ser deseado por los principales clubes del mundo, no siempre fue fácil.
Sus comienzos en el VfB Stuttgart fueron sin pena ni gloria, a pesar de ser el goleador histórico en las divisiones menores del club y de la selección. Estuvo tres temporadas allí, pero no pudo evitar el descenso. A mediados de 2016, se mudó a Leipzig y su rendimiento creció muy rápidamente.
Lo que hace más grande y relevante el logro de Timo Werner de estar en el Mundial es que saltó sin escalas desde un club que no marca el rumbo en Alemania y rápida- mente se afianzó como titular. El RB Leipzig fue fundado en 2009 con capitales de la empresa de bebidas Red Bull y en siete años llegó a la Bundesliga y logró la clasificación a la Champions League.
Sin embargo, esa explosión futbolística que tuvo Timo no sólo en su país sino en toda Europa no fue acompañado por un aprecio de los hinchas, que veían como fin de semana tras fin de semana crecía su esperanza para el Mundial.
En su primer semestre en su nuevo equipo, en un enfrentamiento ante Schalke, Werner simuló un penal del arquero rival y cuando el árbitro lo sancionó, se levantó y le hizo la típica seña con el pulgar hacia arriba. Las imágenes demostraron que no había sido falta y eso enfureció a la hinchada, pero no sólo del Schalke sino de los demás equipos.
Y es que cada vez que Timo va de visitante, recibe los abucheos de las tribunas por haber empleado un engaño para sacar ventaja. Su equipo, ese día, ganó 1 a 0 con ese gol.
Además, para un país muy nacionalista, ni siquiera alcanzó que haya sido el alemán con mejor rendimiento en la temporada pasada, con 21 goles y ocho asistencias.
Ahora, este joven delantero tiene la chance en el Mundial de cambiar la cara y revertir la imagen que lo viene acompañando en su transitar por la Bundesliga. Alemania tiene un equipo que funciona como un reloj y no depende de una sola figura, pero la irrupción de Werner en el esquema de Low sin dudas le aporta otra verticalidad a su equipo.
El mundo empezó a hablar de él luego del campeonato obtenido por la selección teutona en la Copa Confederaciones de Rusia en 2017. Junto a Julian Draxler, jugador del PSG, formaron una gran dupla ofensiva en el país anfitrión de la Copa del Mundo, en la que Alemania llevó un equipo sub 22. Allí anotó tres goles en cuatro partidos y reafirmó su lugar en la mayor.
Timo Werner es un delantero completo. Puede jugar por ambas bandas y aprovechar su tremenda velocidad. También, puede ser ese número 9 que se junta con sus compañeros y llega para marcar goles. Tiene el arco entre ceja y ceja y por eso es tan codiciado por los grandes. La gran capacidad goleadora de Timo, expresada en un equipo de los no denominados grandes, es lo que más llama la atención en una liga dominada por el Bayern Munich y el Dortmund. Sus 1,81m también le permiten marcar presencia en el área.
En Alemania, todos conocen a Timo Werner y luego del Mundial de Rusia, si mantiene este nivel, todo el planeta hablará de él.
LE DICEN “SÚPER TIMO” Y LE SACÓ EL PUESTO EN LA LISTA A MARIO GOTZE, AQUEL QUE SENTENCIÓ EL SUEÑO ARGENTINO EN BRASIL 2014. HACE 100 METROS EN 11 SEGUNDOS.