Hay que animarse a acompañar a Messi
Hace unos días, José Daniel Valencia, crack de Talleres y campeón mundial en 1978, se refería al rol de los compañeros de Lionel Messi, sobre todo al de aquellos encargados de generar juego. Palabras más, palabras menos, “La Rana” decía: “Tienen que animarse a jugar con él; no solamente le tienen que dar la pelota para que inicie y termine las jugadas; deben tener atrevimiento. Es una manera de sacarle a Messi tantas responsabilidades y de asumirlas ellos”.
En otras entrevistas, Nery Pumpido y Jorge Luis Burruchaga resaltaban la figura de Carlos Bilardo y su obsesión por prever todo, mucho antes que cualquiera. Lo decían resaltando detalles de la preparación del seleccionado antes de consagrarse campeones mundiales en 1986. El arquero y el autor del gol del triunfo en la final ante Alemania dieron detalles de una reunión realizada después de un amistoso que terminó 0 a 0 ante Junior de Barranquilla, en el que el equipo había hecho agua por todos lados.
“Duró cerca de tres horas. Fue tremenda. No hubo piñas por poco, pero sí nos dijimos todo. En esa reunión nos propusimos salir campeones”, repitieron ambos.
Sampaoli no es Bilardo. El doctor lidió con jugadores “picantes”, de fuerte personalidad y con un agresivo frente externo, en el que la política no estaba exenta, que pedía su cabeza. Sin embargo, más cabeza dura que “Narigón”, Bilardo le puso la cara a las trompadas, se hizo cargo de su responsabilidad y planificó todo lo que estaba a su alcance. Rodeó a Maradona con gente que jugaba y que corría por él y consiguió con sus jugadores lo que un mes atrás parecía una utopía.
Su gran mérito, entre otras cosas, fue no sucumbir ante la envergadura de Diego, quien por ese entonces estaba en su apogeo. Dio a entender, que el triunfo era también de él. Y que hizo todo lo posible para lograrlo.
Sampaoli, a poco de asumir, pareció no especular cuando dijo que la selección era el equipo de Lionel Messi. Y así como el casildense, Paulo Dybala había dicho bastante antes que era difícil jugar con el rosarino. Y más de una vez se escuchó en la calle la frase “la selección es Messi y diez más...”.
El técnico y Paulo, sin quererlo, adoptaron una actitud peligrosa, sobre todo Sampaoli. Establecieron una distancia descomunal con el rosarino y se pusieron en una posición demasiado inferior como para ejercer algún tipo de acercamiento. Sin pretenderlo, le cedieron todo el protagonismo al de por sí gran protagonista, que a esta altura, para muchos hinchas de la selección, es el único motivo por el cual se tienen esperanzas de alcanzar el título.
En relación a esto toman trascendencia las palabras de Valencia. ¡Cómo desaprovechar la posibilidad de armar jugadas junto a él! ¡Cómo sentirse menos cuando están dadas las cosas para ser más! ¡Cómo no ponerse a su costado para acompañarlo en la gestación de triunfos! Sampaoli debe dirigir a la selección. Los jugadores tienen que estar a la par de Messi. Ubicarse a su altura, ya sea devolviendo una pared o dando una indicación desde el costado del campo, le dará una dimensión al equipo que, sin empequeñecer la figura de “La Pulga”, potenciará sus chances de alcanzar la corona. Ojalá así suceda.
Messi ya tiene 64 goles con el seleccionado y es el máximo goleador histórico. Fueron las palabras del técnico de Brasil, Tite, sobre el retorno de Neymar ante Croacia: hizo el 1-0. Es el rival del debut, el 16 de junio, y del que menos se “conoce”. Para muchos, Islandia es un rival de cuidado para Argentina.
Pero en un amistoso como local ante Noruega fue derrotado 3-2.
Gylfi Sigurdsson, la estrella islandesa y de quien decían que no llegaba al Mundial, entró para jugar 20 minutos de ése amistoso y
JOSÉ DANIEL “LA RANA” VALENCIA DESTACÓ: DEBEN ANIMARSE A JUGAR
CON MESSI.