El defensor Olivares, en el radar del Pirata
Bernardi lo conoce de su paso por Mendoza. Es marcador central.
El marcador central de Godoy Cruz, Leandro Sebastián Olivares (26 años) se encuentra en la lista de los jugadores pretendidos por Belgrano para la próxima temporada de la Superliga.
El defensor, quien jugó 41 partidos desde que fue promovido al plantel superior de los mendocinos en 2011, fue dirigido por Bernardi en su paso por el Tomba.
El DT conoce bien al jugador y fue quien le dio continuidad a “Cebolla”. Con la llegada de Diego Dabove al banco de suplentes de los bodegueros, no logró afianzarse en el equipo y fue relegado de su posición en el equipo.
La idea es que llegue a la “B” a préstamo con opción. El punto es que los mendocinos acepten dejarlo salir en esas condiciones, porque hace algunos días el paraguayo Javier Báez regresó a Dorados de México. De esta forma Olivares podría tener una nueva chance en Godoy Cruz y allí se trabaría su llegada al Pirata.
Desde la directiva Celeste aseguran que las conversaciones están muy avanzadas y que podría llegar a cerrarse en las próximas horas, pero la repentina partida de Báez puede demorar la negociación.
Olivares es un jugador que se desempeña como marcador central, tanto por derecha como por izquierda y en una potencial línea de tres ha trabajado como stopper por derecha.
Cuando Bernardi lo tuvo bajo sus órdenes fue titular y su mejor momento en el conjunto cuyano.
Tiene buen juego aéreo, es derecho y en su carrera en primera marcó un gol, ante Atlético Tucumán en el “Jardín de la República” en agosto de 2017, en la derrota 2 a 1 de los mendocinos, en lo que fue la primera fecha de la edición pasada de la Superliga.
Todo indica que está encaminada la conversación y por el mejor carril, pero ya pasó el año pasado que cuando Diego Viera se contaba seguro en Alberdi y no se le per- mitió salir del equipo de Cuyo.
Finalmente esta semana se estaría oficializando la contratación de Miguel Martínez (34 años), quien tiene todo acordado de palabra con el club cordobés.
La “B” además de estos dos marcadores centrales buscará un tercer defensor central, un lateral por izquierda, un volante central mixto y un delantero centro, de acuerdo lo que han charlado los dirigentes y el cuerpo técnico de Lucas Bernardi.
Si bien fue el goleador de Colón en la última Superliga y terminó, impensadamente, dándole una mano a Talleres para que clasificara a la Fase 2 de la Copa Libertadores con el gol que le metió a Racing Club en el cierre del torneo, Javier Correa tiene y tendrá su corazón en dos clubes: Instituto, el que le permitió dar el salto al fútbol grande, y Unión Florida, en el que dio sus primeros pasos como jugador.
Ayer, “Javi”, de vacaciones en Córdoba, se llegó hasta el predio La Agustina, esa inagotable cantera formadora de futbolistas para la Gloria y en la que él se fue forjando a partir del “ojo” de Santos Turza.
Allí se juntó con Pablo Álvarez, el coordinador de las inferiores de la Gloria, y juntos dieron una vuelta por el complejo en el que jugó tantos partidos “de más pibe”.
“Javi” nunca de se olvida de esa parte de su historia. Sigue siendo el jugador del humilde barrio de Remedios de Escalada, hijo de un padre pintor que un día se quebró los tobillos laburando. Una circunstancia que lo obligó a salir a trabajar desde pequeño.
La otra parte de su historia es más conocida. A los 9 años fichó para Unión Florida y a los 13 se fue a Instituto gracias a su tío “Pera” , hoy utilero de Instituto, quien lo acercó hasta La Agustina. Después vinieron sus pasos por Ferro, Rosario Central, Olimpia de Paraguay, otra vez Central y Godoy Cruz , hasta recalar en Colón.
Juegue donde juegue, Correa siempre vuelve a La Agustina.