Mundo D

En Rusia no bajan la guardia

- Joaquín Balbis Enviado especial a Moscú

Había muchos mejicanos jaqueados por la euforia y también por la cerveza el domingo, luego del histórico triunfo sobre Alemania en su debut en la Copa del Mundo. Tan tocados estaban que a la salida del estadio Luzhniki, en el ingreso de la estación de metro para volver al centro de Moscú, un par de ellos se desconocie­ron.

Un arrebato, un empujón, una cargada o una simple bravuconad­a puede haber sido el disparador de esas manos que volaron por los aires y esas zamarreada­s que duraron segundos, no más que ocho, que fue lo que tardaron los policías en desactivar la escaramuza.

Vestidos con uniformes negros, las mujeres y los hombres de seguridad se pararon entre los violentos (en realidad, más borrachos que violentos), quienes en un momento intentaron insistir con la batahola, pero se rindieron ante la “persuasión” policial, que fue tranquila, pero firme. Incluso este enviado de Mundo D convenció a dos mejicanos de que lo mejor que les podía pasar era perderse rumbo a los andenes porque, caso contrario, su rumbo iba a ser hacia un calabozo.

Si algo es evidente en este Mundial ruso es que las autoridade­s quieren evitar cualquier inconvenie­nte en lo que a la seguridad respecta. Por eso, hay agentes de diferentes fuerzas en cada esquina, en cada rincón, en cada estación de metro, donde llegamos a contar un policía cada 30 pasos.

Además, cada ingreso a un estadio o a una estación de subte, por ejemplo, implica pasar por un escáner cualquier mochila, bolso o cartera grande. En el metro, queda a discreción del oficial de turno si invita a abrir la mochila, pero en los estadios por lo general hay que sacar la notebook y ponerla en funcionami­ento para chequear de qué se trata.

Ahora, hay que decirlo porque es así: la amabilidad y el respeto con el cual los agentes piden las cosas es digno de destacar. Al menos en nuestro caso, nunca un maltrato, nunca una prepotenci­a, pero sí firmeza y cero negociació­n: se hace o se hace. Y a otra cosa.

Sin embargo, con el transcurso de los días, si bien la seguridad (con sus policías, vallas y patrullaje­s) nunca dejó de estar presente, se nota cierta relajación. Aunque también es cierto que cuando deben actuar, lo hacen sin miramiento­s. Antes de Argentina-Islandia, detuvieron a un “comerciant­e” de entradas por la sospecha de que estaba revendiend­o boletos. Y el domingo a la noche, pese a ciertos desmanes y algunas roturas que los mejicanos hicieron en la Plaza Roja, la Policía no detuvo a nadie, algo inimaginab­le en la vida habitual de los rusos, quienes saben que quienes realicen actos vandálicos como esos los deben pagar... y caro.

Lo que es seguro es que las fuerzas de seguridad (integradas por más hombres que mujeres, pero con buena presencia femenina) están alertas a cada movimiento, pero observan hasta sorprendid­os las manifestac­iones de los hinchas, en especial de los latinoamer­icanos, cuando van a

EL APROBADO ES CON ALTA EFICACIA EN ESTA RUSIA CUSTODIADA. MUCHOS EN LA FUERZA DE SEGURIDAD SE SORPRENDEN CON LOS HINCHAS LATINOS.

los estadios o en los principale­s atractivos turísticos. Es como si no comprendie­ran semejante “locura” que los lleva a hacer las cosas más disparatad­as, más allá de los consabidos banderazos.

Habrá que ver cómo sigue todo, pero hasta ahora el aprobado es con alta calificaci­ón en esta Rusia recontracu­stodiada, más que lo que suele ser habitual en otros mundiales, debido a las amenazas de terrorismo (interno y externo) y a la presencia de barras violentos que siempre están latentes.

 ?? (AP) ?? Presencia en todos los sectores. La Policía de Moscú se ve en todos los espacios públicos y en todos los horarios. Por ahora, un gran aprobado.
(AP) Presencia en todos los sectores. La Policía de Moscú se ve en todos los espacios públicos y en todos los horarios. Por ahora, un gran aprobado.
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina