A Sampaoli lo desmiente la pelota parada
El DT del equipo nacional declaró que no acostumbra a practicarla. De los 38 goles marcados, 20 fueron por esa vía. 17 fueron con derecha, nueve de zurda y ocho de cabeza.
La realidad del Mundial de Rusia se empeña en desmentir a Jorge Sampaoli. El DT de la selección argentina declaró que no acostumbraba a practicar jugadas de pelota parada porque no definían los partidos. Y en la cancha, sucede todo lo contrario. De los 38 goles marcados en la primera fecha (sin contar el de ayer entre Rusia y Egipto), 20 se anotaron así: seis de penal, cuatro por tiros libres directos y 10 como consecuencia de córners o tiros libres.
Una eficacia del 52,61 por ciento que por ahora supera la marca obtenida en el Mundial de Brasil 2014 donde apenas 38 de los 171 goles (un escueto 22,22) se hicieron de esta manera. Además, e independientemente de lo que suceda hasta el cierre de la Copa, el domingo 15 de julio, ya se han marcaron más goles de tiro libre directo que hace cuatro años: 4 contra 3.
La tendencia se viene sosteniendo desde el golazo que el ruso Alexsandr Golovin le marcó a Arabia Saudita en el primer partido del Mundial. En un campeonato en el que por el momento los grandes candidatos todavía no han marcado diferencias y los equipos menos poderosos han hecho lo suyo con orden, intensidad, aplicación y concentración sin fisuras, a falta de mejores recursos de ataque, la pelota parada ha servido para destrabar trámites cerrados o abrir defensas tupidas.
A diferencia de la opinión de Sampaoli, la mayoría de los entrenadores y jugadores le dedican bastante tiempo a la práctica de estas situaciones de juego y a mejorar la técnica de las ejecuciones. “Trabajamos esto en los entrenamientos. Los córners, los tiros libres y los penales son una parte esencial del fútbol”, dijo esta semana Luka Modric, el notable volante de Croacia, rival de la Argentina mañana en Nizhni Novgorod.
Córdoba. Miércoles 20 de junio de 2018
Sólo fallaron dos
Lionel Messi (frente a Islandia) y el peruano Cristian Cueva (contra Dinamarca) fueron los únicos que desperdiciaron sendos penales en la primera fecha. Por lo demás, la pelota parada ayudó a resolver muchos partidos.
Un cabezazo sobre la hora del uruguayo José María Giménez le permitió a la Celeste derrotar 1-0 a Egipto. Y un gol en contra del marroquí Bouhaddouz tras un tiro libre caído en su área en tiempo de La Voz del Interior descuento, le permitió a Irán ganar 1-0. En este mismo Grupo B y en el partido con más goles hasta el momento (España 3-Portugal 3), la mitad de los tantos se convirtieron con el balón parado.
Cristiano Ronaldo abrió el marcador de penal para los portugueses y lo cerró con un tiro libre espléndido. Y el segundo de Diego Costa para España fue luego de un tiro libre que David Silva lanzó al área y que Sergi Busquets bajó de cabeza para la arremetida del “Lagarto”. En Francia 2-Australia 1, Antoine Griezmann abrió el marcador para los franceses con un penal concedido con el aporte del VAR y Michael Jedinak igualó del mismo modo para el seleccionado de la remera amarilla.
Con un gol en contra de Otebo tras un córner y un penal anotado por Luka Modric, Croacia venció 2-0 a Nigeria y se posicionó como líder del Grupo D a la espera del partido de mañana con la Argentina. Un tiro libre formidable de Aleksandar Kolarov le dio la victoria a Serbia por 1-0 ante Costa Rica y un cabezazo de Steven Zuber le permitió a Suiza empatar 1-1 con Brasil, tras un empujón suyo al defensor brasileño Miranda que el árbitro mejicano César Ramos omitió sancionar.
El sueco Andreas Granqvist anotó el penal con el que Suecia superó 1-0 a Corea del Sur y en los partidos Inglaterra 2-Túnez 1 y Japón 2-Colombia 1, todos los goles se marcaron de balón detenido. Los dos de Harry Kane para los ingleses fueron de córner y el de Ferjani Sassi (Túnez), de penal.
Shingi Kagawa de penal y Yuya Osako de córner convirtieron ayer para los japoneses y Juan Fernando Quintero, con un tiro libre memorable, señaló el único para los colombianos. La nómina se agota con el gol del descuento que el polaco Grzegorz Krychowiak señaló de cabeza, tras un tiro libre, en el partido que su selección perdió ayer 2-1 con Senegal.