Los rusos ya saborean estar en octavos de final
El seleccionado local volvió a ganar y hoy puede concretarse su pase a la siguiente fase. La figura, Dzyuba.
Alemania se puso el traje de campeón y le quedó grande en el primer baile ante un México que venía condenado porque arrancó con la fiesta en la previa. Argentina tuvo que cambiarlo por unos chupines y aun así no pudo evitar que lo miraran de reojo, apenas entró al evento. España entró pisando fuerte y con el frac, pero los errores de De Gea y el paso de la Portugal de Cristiano Ronaldo arruinaron su indumentaria lo suficiente como para irse derecho a una fiesta de disfraces.
Brasil se ufanó del jogo bonito de siempre, pero a la media hora se quedó dormido y cuando despertó ya era tarde para cambiar ese 1-1 que logró un Suiza, al que el reloj no le falló. Viendo el panorama y cada indumentaria, las selecciones de Rusia, Bélgica, Francia, Inglaterra, Colombia y Polonia se animaron a entrar como estaban, aunque sólo los rusos y los belgas, que golearon a Arabia Saudita y a Panamá, respectivamente, pudieron contar que les fue bárbaro en la primera noche. Otros, como le ocurrió a los colombianos y a los polacos, directamente la pasaron muy mal. El equipo de Pekerman se hizo el harakiri con Japón y Senegal le facturó todo a su rival.
Así, terminada la primera fecha de la fase de grupos, se ha visto una pobreza franciscana en aquellos equipos que podían reclamar la credencial de candidatos, ya sea por el desempeño realizado en el Mundial pasado, a través de su historia, o por su actualidad.
Lo cierto es que este Mundial de Rusia, como otros tantos, empezó por mostrarnos algunos golazos y el poderío de algunos héroes. La maravilla del local Cheryshev (el que tiró un freno bárbaro, con dos árabes que fueron a buscarle el diario y definió alto) fue el primer gran golazo del certamen, ya que ocurrió en el estreno mismo. Es más, también puede ser el primero en reclamar su chapa de héroe ruso al haber marcado ya tres goles que fueron determinantes para los triunfos ante Arabia Saudita y Egipto (aunque este ya pertenece a la segunda fecha).
Iniesta es directamente el héroe del pase y la cerebración puesta al servicio de una España que siempre atacó mejor de lo que defendió. Su amargura fue causada por un Cristiano Ronaldo tan incontenible como generoso (seguro que su compañero Meirelles erró porque no podía creer que lo dejara de cara al gol), además del infortunio de De Gea, que no pudo retener un tirito. CR7 dobló la apuesta del compadre de Messi en el Barcelona y directamente se llevó la pelota al anotar tres goles. Ni hablar del tiro libre que viajó contra un ángulo y fue el empate final.
Luego, fue el turno del belga Mertens, quien sacó una volea imposible que venció a todo Panamá, un recurso al que también apeló el brasileño Coutinho para adelantar a Brasil con Suiza, como parte de un gran inicio que culminó muy pronto. Cómo danzaban William y Marcelo, pero solamente fue un rato. Hubo que esperar a que Neymar se encendiera para pensar en quebrar el 1-1 con Suiza. No fue suficiente.
Y si a Brasil no le alcanzó con “Ney”, mucho menos a la Argentina de Messi, que no pudo doblegar a Islandia. Dos situaciones claras y un penal atajado por el arquero y director de cine Haldorsson terminaron siendo un guion que el equipo de Sampaoli no pudo cambiar.
Y como no hay dos sin tres, Alemania también espera la aparición de sus héroes. Özil y Müller estuvieron presentes en cuerpo, pero no en alma, ante México. Fue Lozano quien se hizo leyenda al anotar el 1-0 final, siendo que venía como un villano junto a toda la selección que había tenido una gran previa en la que todos habían sido escrachados.
Sobran emociones, pero falta el juego. Ojalá sea sólo el comienzo y que lo mejor esté por venir.
Rusia le ganó a Egipto 3 a 1 y quedó a un paso de lograr el pasaje a los octavos de final de la Copa del Mundo que lo tiene como anfitrión. Si Uruguay no pierde ante Arabia Saudita en la jornada de hoy, los locales habrán logrado superar la fase de grupo.
Con una fórmula simple y repetitiva: tirarla larga para que el grandote Dzyuba la aguante; o meterla por la punta y lanzar centros al área. Así el conjunto europeo logró quedarse con los tres puntos y de la mano del triunfo el avance en el torneo es prácticamente una realidad. Egipto se va de la copa sin pena ni gloria y con su estrella Salah habiendo marcado de penal en un partido en el que no pesó en el desarrolló del juego.
No es vistoso ni juega bien, pero el local es efectivo y ayer lo demostró en una ráfaga de 14 minutos en el segundo tiempo (entre los 2 y los 16) metió los tres goles y liquidó el partido. Todo el equipo “rojo” juega a pegarle fuerte y para arriba, a ser vertical y a no jugarla mucho. Pero sí a meterle vértigo, despliegue y dinámica, porque ninguno se guarda nada.
El atacante Artem Dzyuba de Arsenal Tula de la Liga Premier de Rusia, es un imán siempre y por La Voz del Interior Goles: ST, 2m Fathy (R), en contra, 14m Cherysev (R), 17m Dzyuba (R) y 28m Salah (E), de penal. Cambios: ST, 18m Amr Warda por Elneny (E), 22m Ramadan Sobhi por Trezeguet (E), 29m Daler Kuzyayev por Cherysev (R), 34m Fedor Smolov por Dzyuba (R), 36m Kahraba por Mohsen (E) y 41m Fedor Kudryashov por Zhirkov (R). Amonestados: Smolov (R); Trezeguet (E). Árbitro: Enrique Cáceres, de Paraguay. Estadio: San Petersburgo.
Córdoba.Miércoles20dejuniode2018
eso todos se la tiran a él. Y “el lungo” se las arregló para enloquecer a los defensores egipcios. Y cuando Fathi trató de despejar a pierna cambiada y convirtió un autogol, todos los que fueron a ver a Salah, empezaron a ver jugar a Dzyuba y sus compañeros como armaron un triunfo inobjetable.
Llegó el segundo de Cheryshev y
Adespués la “Torre rusa” hizo un tremendo gol tras recibir un disparo frontal de 50 metros, dominarla de pecho, tocar para que Gabr pase de largo y meterla contra un caño.
Egipto se despertó cuando el partido ya estuvo sentenciado. Buscó meter y presionar, pero siempre la defensa superó a los atacantes a fuerza de presión y meter muchísimo.
Rusia ganó y su pase a octavos es cuestión de horas. Su juego no lo llevará muy lejos en su copa, pero nadie podrá quitarle a los locales la alegría de ver a la escuadra de Putin entre los 16 mejores del planeta futbolero.
Cúper, entre las cuerdas
Héctor Cúper desconoce qué le depara el futuro ahora que Egipto está al borde de la eliminación en el Mundial. Los dirigidos por el argentino perdieron los dos partidos del grupo y dependen de un milagro para seguir en el torneo.
Cuando se le preguntó si piensa que conservará su empleo como técnico, Cúper se mostró inseguro. “Si me quiero mantener en un puesto, no depende exclusivamente de mí. Si no están contentos con lo que he hecho, yo soy el primero que me voy, no tengo ninguna duda”, dijo Cúper. “Me parece que todavía tenemos un partido más. En el Mundial, es difícil decirlo, pero hay que esperar hasta el último momento, aunque las posibilidades son mínimas”, cerró.